A las cinco y media de la tarde está prevista la salida de la edición número ochenta y tres del G1 Prix de L´Arc de Triomphe Lucien Barrière, una de las pruebas intergeneracionales más importante del mundo que se disputa sobre los clásicos 2400 metros y que está dotada con €1.600.000.
Comenzaremos analizando un primer grupo de caballos entre lo que debería encontrarse el futuro laureado. Lo forman: NORTH LIGHT, GREY SWALLOW, OUIJA BOARD, WARRSAN y VALLÉE ENCHANTÉE. NORTH LIGHT: es el Derby winner, batido por GREY SWALLOW en el Derby IRE, su última aparición pública. Al ser pupilo de Stoute, no es obstáculo el tiempo que lleva sin competir. Es un galopador nato que prefiere ocupar posiciones adelantadas. En su contra, que mejoraría con algo de agua en el piso –achacan su derrota en el Curragh a la pista muy firme- y que, a nuestro juicio, peca algo de falta de velocidad.
GREY SWALLOW: en su distancia pero al que también beneficiaría algo de humedad en la pista. Verdugo de NORTH LIGHT en el Derby IRE. Reaparecía con un cuarto puesto en el G1 Irish Champion Stakes, en clara preparación para esta carrera. Es genuine, sólido y consistente. Ha sido reenganchado. Está bajo los cuidados de uno de los mejores entrenadores del mundo, D. Weld, astuto y muy entendido en confrontaciones internacionales.
OUIJA BOARD: imprescindible que el terreno esté muy seco. Imbatida este año. Tiene potencia, clase y velocidad para afrontar cualquier recorrido. Ha desdeñado el Opéra –dónde lo tenía muy fácil- en favor del Arco. La gran duda está en que se mide por vez primera a los machos y a los viejos.
WARRSAN: genuino, manejable, versátil y consistente. Viajero impenitente. Mejora cada año que pasa. Excelente su campaña de este año: dobla triunfo en el G1 Coronation Cup, alcanza su mejor valor con un segundo en el G1 Eclipse y gana con las manos bajas una de las que se considera mejor preparatoria para el Arco, el G1 GP de Baden Baden. Su septuagenario preparador, Brittain, es un habitual de los grandes eventos que se producen fuera de Inglaterra. Caballo y preparador merecerían esta victoria que, para su jockey, K. McEvoy supondría la culminación de un año mágico a sus veintitrés primaveras.
-VALLÉE ENCHANTÉE: le sobra tanta calidad como le falta físico. Procede de una cuadra que ya conoce la victoria en esta prueba por partida cuádruple. Va en cualquier terreno pero necesita paso más franco que otros debido a su físico. De tener un recorrido adecuado puede luchar en la llegada.
En un segundo grupo, pondríamos a aquellos caballos que cuentan con cierta chance pero también con alguna rémora que puede frenar sus aspiraciones: BAGO, MAMOOL, VALIXIR, PROSPECT PARK y LATICE.
BAGO: mejor dos años europeo, imbatido en sus dos primeras salidas del año –dos G1- hasta ceder frente a los viejos en el G1 Juddmonte Internacional. Su prueba sobre la milla y media evidenció que es capaz de hacer esa distancia pero con pérdida de la brillantez que le es consustancial, atributo necesario para compromiso tan exigente.
MAMOOL: La sombra de Marienbard sobrevuela Longchamp desde que los Godolphin declararan que éste iba a ser su único representante en tan importante evento. Bien recuperado de una gravísima lesión que sufriera en la pasada Melbourne Cup, ha llegado a este compromiso en buena forma y más fresco que una lechuga, circunstancia esta última a la que su jockey concede gran importancia en esta carrera. Es un buen galopador, luchador, serio, manejable, resistente y con enorme corazón, al que falta ese punto de clase que hace al campeón. Pero Frankie Dettori ya ha demostrado saber ganar esta prueba con un tipo de caballo parecido a este, dejando en la cuneta a un puñado de elementos de mucha más clase que su montura. El italiano de oro está seguro de colocarse, siempre que tenga un recorrido normal. En cuanto a ganar, asegura que dará la respuesta pasadas las cinco y media de la tarde.
VALIXIR: No ha parado de mejorar en cada carrera. Tiene una excelente punta de velocidad. Quizá este compromiso le llegue demasiado pronto. Le ha correspondido un cajón diabólico: el veinte. Tiene medios para cualquier cosa.
PROSPECT PARK: Casi siempre por mala fortuna, ha dejado pasar por un pelo importantes carreras. Si no ha sido capaz de ganar en campos menos comprometidos no hay razón para creer que pueda hacerlo aquí, pero cuenta no poco en lo que a las colocaciones respecta.
LATICE: Su fracaso en el Vermeille –al que llegaba imbatida- se ha atribuido de forma exclusiva a una falta de aptitud para cumplir la milla y media. Sin descartar que eso sea cierto, cabría contemplar si era víctima de una falta de puesta a punto imprescindible para la alta competición. Será ahora cuando esta excelente yegua nos dará la exacta medida de si es la distancia la que puede frenar su calidad. En su contra, la no elección de Soumillon, pasando a M. Kinane la responsabilidad.
Finalmente, como en esto del quinté –para el que hay un bote adicional de €1 millón- hay que acertar los cinco primeros, vamos a permitirnos el lujo de incluir en la relación un par de petardos de los que levantan en vilo pero que si entran nos obligarán a adquirir un cerdito mayor: PRIDE e IMPERIAL DANCER.
PRIDE: Es una yegua de muchísima clase aunque ha sufrido recorridos complicados que no le han permitido expresarse en toda su magnitud. La entrena un experto en estas lides, Royer Dupré, que –nos consta- la tiene conceptuada a muy alto nivel. Requiere un recorrido claro y algo de agua en el piso no le vendría mal.
IMPERIAL DANCER: es de inferior categoría a varios de sus adversarios pero eso ya lo sabe su preparador, Channon que, no obstante, le ha declarado partant. Especulando, creemos que son dos las razones que han movido a Channon: que el caballo ha llegado al punto álgido de su forma y que no tiene la menor intención de ir por carrera, algo que resta presión a todos. Si sale a colocarse, podría hacerlo, aprovechando los desfallecimientos de quiénes han intentado ganar sin poder.