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Gran Bretaña - 31/07/03
Un resucitado NAYYIR
El mejor del lote fue el de Niarchos ARAKAN, segundo a una cabeza
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El ascendido a Grupo 2 Lennox Stakes que tenía lugar el pasado martes en Goodwood ofrecía una muy cerrada llegada entre cinco de los participantes –NAYYIR, ARAKAN, TANTE ROSE, SUGGESTIVE y HURRICANE ALAN- que terminaban con una diferencia entre ellos de cabeza, cuello, tres cuartos y tres cuartos de cuerpo.
Como era de esperar, condujo ATAVUS para, ya en los metros decisivos, ceder ante el ataque de varios participantes entre los que FIREBREAK pronto se vendría abajo en decepcionante actuación, mientras HURRICANE LAD hizo ilusión de victoria por unos momentos, siendo pronto superado por NAYYIR que se colocaba en cabeza resistiendo el eléctrico final de ARAKAN y el postrer remate de TANTE ROSE –que hizo un carretón- que ocupaban las plazas de honor.
Un triunfo no desprovisto de fortuna pues mientras E.Ahern encontraba una vía libre por el centro de la pista, Fallon –con ARAKAN- veía su camino bloqueado en los metros decisivos, debiendo sacar a su montura por el exterior, terminando como un obús pero sin poder enjugar la cabeza que el ganador le sacó finalmente en la meta.
Volvía así literalmente a la vida NAYYIR, tras haber estado a punto de morir de resultas de la colitis contraída en Hong Kong que en dos días le hizo perder cerca de cuarenta kilos y que precisó de urgentes transferencias de sangre llevada expresamente de Inglaterra al no haberla en Hong Kong. Reportan que su próxima salida será muy probablemente la Celebration Mile y no el Maurice de Gheest en la que también está matriculado.
No fue, sin embargo, NAYYIR el mejor del lote, a mi juicio, pues ARAKAN demostró una superior calidad -haciendo honor a su padre, Nureyev, del que sin duda ha heredado esa clase propia sólo de los más selectos- con un remate fantástico que, con un recorrido normal, le habría llevado a una victoria incuestionable.
Falta por mencionar el que –para mí- fue la gran decepción de la carrera: TILLERMAN, que dio un recital de ir, quedarse, volver y arrastrarse digno de película de terror, inconforme con una pista que se había puesto en exceso blanda para lo que a él le place, aunque su proceder no podía ser debido exclusivamente a esa circunstancia, como después revelaría el veterinario oficial que le examinaba, dictaminando que el caballo se encontraba dolorido y agotado
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