Por Coral Fernández y García-Diego

El gran –tanto en tamaño como por sus carreras- POINT GIVEN, ha ganado cuatro carreras de Grado 1 y tan sólo una discutible monta de Gary Stevens en el Kentucky Derby le privaba de ser el primer caballo capaz de ganar la Triple Corona USA desde que, en 1978, lo hiciera Affirmed. Su victoria en el Belmont por doce cuerpos sobre A P Valentine, quedando tercero el laureado del Derby USA, MONARCHOS, no sólo ha sido su mejor actuación en 2001, sino muy probablemente la mejor performance lograda ese año por cualquier pura sangre en el mundo. Si se hubiera juzgado a POINT GIVEN por esa carrera, habría obtenido una marca de 140, mientras que el valor con que ganaba en su –lamentablemente- última salida, el Travers St., era de 127, por lo que el ICC resolvió equilibrar ambos valores contemplando las restantes salidas del caballo, menos impresionantes que las citadas.

El valor 130, resultante de esa mezcla, queda por debajo de recientes tres años campeones –SINNDAR (132, 2000), MONTJEU (135, 1999) y PEINTRE CELEBRE (137, 1997)- y al mismo nivel que ZAFONIC (1993), BALANCHINE (1994) y LAMTARRA (1995).

Pero lo que llama la atención es el valor 129 otorgado a GALILEO, mejor tres años europeo de 2001 que tan sólo le permite estar por encima del de DESERT PRINCE (128, 1998) dentro de los mejores tres años europeos de los últimos años. Los métodos que emplean los miembros del Comité Calificador resultan muy limitativos en ocasiones y esta es una de ellas. Vean, nada más: relacionan el valor de GALILEO con el de un viejo contrastado con el que se mide en dos ocasiones, FANTASTIC LIGHT. Y pues el FANTÁSTICO venía de antes con un valor por debajo del real, el de GALILEO se ve probablemente devaluado en idéntica medida. Personalmente creo que el error está en infravalorar la mejoría de FANTASTIC LIGHT este año, aparentemente superior a las 5 libras en que oficialmente se ha calibrado.

No es esta la primera vez que un caballo totalmente desconectado del resto ve su valor afectado por el asignado a otro rival y baste recordar el escándalo que se producía cuando en la Clasificación de 1989 se atribuía mayor valor al amplio margen obtenido por OLD VIC en su victoria en el Jockey Club que a las cuatro carreras de Grupo 1 ganadas por NASHWAN, obviamente mucho mejor corredor que aquel. Circunstancias como ésta son las que hacen criticable la escasa flexibilidad del sistema de valoración en el que prima la forma ante el fondo, lo que queda a la vista frente a lo intrínseco. Por ejemplo, MILAN tan solo queda a 4 libras de GALILEO, gracias a su buen final de campaña, aunque –objetivamente- la diferencia entre ambos sea más amplia a favor del segundo.

La supremacía de los Ballydoyle en la generación clásica se hace bien patente, ya que sólo el Godolphin NOVERRE, con 123, les supera en la categoría de mejor tres años en la milla, lugar que habría sido también para un O´Brien de no haber arruinado el irlandés la carrera del –para mí- mejor millero en potencia, BLACK MINNALOUSHE.

Es, sin discusión, MOZART el mejor sprinter europeo del año y de nuevo se le adjudica un valor por debajo del debido ya que, tomando en la July Cup los valores oficiales de los caballos batidos, MOZART nunca podría alcanzar menos de 127. Mucho me temo que hayan contabilizado su horrenda carrera en Belmont, algo que resultaría aberrante.