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- 11/07/24
Primeras sensaciones desde el Hamburgo-Horn
Día del Derby en un hipódromo único
Desde Hamburgo por Rodrigo García Bergareche Finalmente, la fecha estelar del turf alemán ha llegado y este primer domingo de Julio Hamburgo acoge la 155 edición del Derby.La carrera se celebra ininterrumpidamente desde 1869, con la excepción obvia de un 1945 en el que casi la totalidad del país había sido destruido tras los bombardeos aliados en las postrimerías del gran conflicto. 76 años antes, aquel 11 de Julio del 69 cinco fueron los ejemplares en liza, de entre los que se impuso un caballo llamado Investment. Tras un siglo y medio, hoy son 18 contendientes los que buscan hacer historia bajo el mismo sol de Hamburgo. La ciudad se sitúa a orillas del río Elba, al norte del país, y es la segunda más grande de Alemania. Su fundación data de la época Carolingia, cuando el emperador Carlomagno mandó construir un castillo denominado Hammaburg en el año 808. A diferencia de otros núcleos urbanos alemanes -poco estéticos podría decirse- Hamburgo es un sitio que vale la pena visitar.  Por su parte, el hipódromo, fundado en 1855, es un recinto extraño cuanto menos. Como la pista apenas queda a unos metros de la calle, no hay espacio posible para nada más que la tribuna, cuya parte posterior acaba en una fachada que da a esta avenida. Ocurre lo mismo con un hotel anexo, que ofrece la posibilidad de alojarse en habitaciones con vistas privilegiadas del lugar. Debido a estas circunstancias, todo queda dentro de la pelousse: el paddock, ensilladeros, oficinas, puestos de comida, kioskos de apuestas y hasta una tienda improvisada de plantas y flores. Para llegar hasta allí, hay que atravesar un túnel bajo la recta a la altura del poste de los 100 metros. Tanto este paso subterráneo como el graderío definitivo de hormigón son añadidos que datan de una remodelación de 1912. Da comienzo oficialmente la jornada cuando salen los participantes del primer hándicap clase C sobre los 2200 al paddock, con la peculiar visión de la tribuna al fondo. Llama la atención la chaquetilla de reserva del hipódromo, de color rojo por entero, ya que Konstantin Phillip, el aprendiz a bordo del número 4, Felippo, debería vestir de blanco con una H azul.  Los cajones se abren a media recta, de unos 400 metros de largo, y salen disparados a mano derecha, comandados por Nakota a un buen ritmo. En la recta casi todo el paquete opta por abrirse y abordar el desenlace por todo el exterior -prefigurando acontecimientos futuros-. Uno de los disidentes es el favorito, Lazzaro, de azul celeste con estrella blanca, que desde la última posición recupera los metros aventurándose por dentro y ganando cómodo. En el extremo opuesto, Nakota muestra mucho coraje y resiste las arremetidas de Narokan, atacando desde posiciones intermedias, de hecho, llega a ser sobrepasado, pero vuelve para colgarse la plata. La única tribuna es inmensa y tiene tres niveles, siendo el primero una terraza restaurante. En cuanto al tercero, su altura recuerda hasta cierto punto a la de un estadio de fútbol y las carreras se ven con una perspectiva muy vertical. Como es norma en los hipódromos que he visitado, la recta de enfrente y la curva no se ven por completo, ya que lo que resta de pelousse está lleno de árboles.  A la media hora se corre la segunda prueba del día, en los 2000, para potros de 3 años que no hayan ganado más de 1250 euros en el año. Esta vez no se abre nadie al exterior. Los dos punteros Summer Love y Tramina, entablan una lucha de la que sale momentáneamente vencedor el segundo. Ya parece que se va a ganar cuando surge la chaquetilla roja con mangas azul oscuro y gorra verde de De la Luna, que desde el medio del grupo y por la calle uno -libre inexplicablemente-, se impone fácil. El terreno levanta bastante polvo, por lo que estará firme y rápido. El trazado de Hamburgo posee dos anillos. La salida de los 1600 se realiza desde un ramal interno que desemboca en la recta de enfrente, desde donde continúa el viaje usual para disputarse esta carrera de venta -bastante bien dotada por cierto, pues reparte 52.000 euros-. La gemela la copan caballos que corren en vanguardia, destacando la exhibición del puntero, Ghorgan, el ultrafavorito, de verde claro con mangas y gorra rosa, a las manos de un Eduardo Pedroza que completa un doblete tempranero. Entra en el desenlace ya con la carrera hecha, con muchos cuerpos de ventaja, tanto es así que desde los 100 Pedroza no le toca y los aficionados rompen a aplaudir su paseo. Por detrás hay una lucha igualada de cuatro unidades, hasta que terminan por hacerse fuertes Ajandra, siempre al acecho por dentro y Saman, compañero de cuadra del ganador, que remata desde atrás. La cuarta carrera es otro reclamar de categoría en el que me encuentro viejos conocidos, empezando por Why Limit, primer ejemplar que vi ganar en Alemania, y Aster, otro ganador, esta vez en Colonia. El primero tiene cierta chance, reflejada en un 8 a 1, mientras que el segundo a 21 a 1, parece una mera comparsa. Sin embargo, carreras son carreras y Aster, de marrón con banda rosa y gorra verde, se impone en la foto tras una gran llegada en la que aguanta el embiste del favorito, Argentum. Aster acecha por los palos todo el recorrido, sin bien en la curva pierde algo de acción, pero se hace fuerte en el recto y termina por vencer. Si antes hablaba de Pedroza, es ahora Martin Seidl quien rubrica el doblete, tras su triunfo en la primera.  Se va acercando el momento culmen y para abrir boca aún quedan un Listed y un Grupo III, ambos sobre los 2200, la distancia predominante en esta jornada. El Listed es patrocinado por la Japan Racing Association y trae visita extranjera por parte de Godolphin Francia, una chaquetilla que siempre es digna de ver en un hipódromo y cuyo representante, Veil of Shadows, parte como favorito. No obstante, se quedará con la miel en los labios tras viajar al acecho y liderar durante casi toda la recta, porque es sobrepasado a los 100 metros por Narmada, cuyos colores, los de la cuadra Brümmerhof son similares a los de la yeguada Urdiñ-Oriya. Tiene una curva final horrible en la que se queda último tras haber galopado en posiciones intermedias, allí se encuentra con Crystal Estrella momentáneamente para separar sus caminos, pues éste opta por atacar por dentro y Narmada por fuera, sus monturas son respectivamente, los dos triunfadores hasta el momento de la jornada, Pedroza y Seidl, buscando un triplete que alcanzará este último, ya que Crystal Estrella, tras una recta complicada, remata sólo para ser tercera, mientras que Narmada a 100 con el terreno limpio da un golpe más de riñones y sobrepasada a un Veil of Shadows desfallecido. El Grupo III Hamburger Stutenpreis también es abordado por foráneos, en este caso desde las Islas, por las sedas de una cuadra ganadora del Arco en Alpinista, de blanco y verde a franjas horizontales. Viene para la ocasión el jockey de aquel día, un Luke Morris que es un jinete muy competente, aunque que no termina de estar plenamente reconocido en Inglaterra, sin montas con opciones para los días grandes. Lingua Franca parte como favorito, pero no será su día, tirando en punta todo el recorrido acaba por hundirse irremediablemente. Se hará con la carrera Princess Badee, de rombos verdes y blancos, mangas azules y gorra blanca. Siempre al rebufo de la grupa de Lingua Franca, de repente se encuentra con el colapso de éste, al que tiene que sortear por la calle dos, una vez hecho esto, entrará en la pelea por la carrera con New York City. De últimas aparece por el exterior desde el fondo Diamond Crown, que si bien no llega para ganar, pues se queda a medio cuerpo, le roba la plata a New York City en el mismo poste.
Tras dos pruebas de nivel y antes del Derby, se cuela un hándicap clase D en el programa sobre la milla. Se quedará fuera de los cajones el favorito, Kiko, a quien no hay manera de introducir en su puesto. Sale en cabeza Senador, de negro con una cruz azul y gorra azul, y gana de punta a punta en una gran actuación. Aunque a media recta parece que no tiene fuerza suficiente para llegar, termina por reponerse y repeler los ataques de Noshowlikeajoeshow y Schwarzer Wolf, que se molestan entre ellos, favoreciendo la defensa numantina de Senador. Por fin llega la hora H del día D, en el que va a ser el primer Grupo I que vea en directo. Para la ocasión, 18 potros de tres años enteros a disputar el Derby de Hamburgo.  Parten como favoritos el 1, Narrativo, y el 4, Wintertraum, además de las bazas del 5, Borna, ganador del Derby italiano, el 6, Alleno, y un vecino francés, el 12, Mister Gatz, que no ha destacado mucho, no obstante, corren rumores por el hipódromo. Su chaquetilla, blanca con gorra morada, la hemos visto en España ganar una Copa de Oro, en el año 2011, imponiéndose a Abdel. También hay voces que apuntan a un habitual en estas crónicas, Tiamo Hillesaghe, al que es la tercera vez que veo competir. No le veo mucho papel, pero me avisan de que esta carrera está abierta a la sorpresa, sin ir más lejos, Torquator Tasso quedó segundo tras haber corrido sólo un Maiden anteriormente. Lo montará el experimentado Adrie de Vries, lo que es un valor añadido.  Personalmente me decanto por lo que he visto en directo. Wintertraum es mi caballo porque en la preparatoria de Dusseldorf me entró por los ojos, ya que ganó con mucha autoridad en un paseo tras una recta que no fue del todo limpia. Además, contratan a Oisin Murphy, cuya tarifa no debe de ser barata. A Narrativo también lo vi triunfar en Colonia en otra preparatoria, un Grupo II en el que se impuso fácil. Por otro lado, tirando por los petardos, en ambas carreras me gustó mucho Stingray, siempre cerca sin losmejores recorridos, sobre todo en Colonia. Hago ganadores a Witertraum y Narrativo, ambos a 5 a 1, gemelas directas entre ambos y un colocado a la sorpresa, a 36 a 1. Los cajones ocupan por entero la pista, que no es pequeña precisamente, y a las cuatro menos cuarto del 7 de Julio se da la largada. Narrativo y Wintertraum viajan atrás, como es su estilo habitual, sobre todo el primero, en retaguardia todo el recorrido con Tiamo Hillesaghe. Unos cuerpos por delante marcha Wintertraum. Stingray y Mister Gatz se mantienen en el centro del paquete tranquilos, y ya comandando se sitúan Alleno, segundo, y Borna en punta, bajo las manos de un Andrasch Starke que busca su noveno Derby. El panorama no cambia mucho hasta que se precipita el desenlace, cuando desembocan en la recta. Como ya ocurriera en la primera carrera de la jornada, varios contendientes optan por abrirse y se forma una bonita estampa de 18 caballos abarcando el ancho de la pista, hasta tal punto que uno no sabe dónde mirar. Pronto queda patente que ambos favoritos no vienen nada, quizás este hipódromo no es el más apropiado para los rematadores y quizás hubiesen preferido un terreno más blando, ya que ambos ganaron en pistas que tiraban. Sin embargo, son elucubraciones que intentan explicar malas actuaciones. La lucha está entonces entre Borna, que se hace con una cierta ventaja por dentro, Augustus, el compañero de cuadra de Wintertraum por la calle dos, y Palladium, que galopa por todo el exterior, pegado a la valla bajo Tore Hammer-Hansen, el líder de la estadística que se encuentra con la monta, tras la baja a principios de semana del británico Kevin Stott. También anda por ahí el amigo Stingray, que tiene un apunte a principios de recta, pero galopa en tierra de nadie por el centro y el animal se marca una violenta diagonal hacia el exterior buscando la querencia de la valla, hecho que le elimina de la terna, acabando quinto. Tras toda la recta cabeza con cabeza, narrada pasional y extáticamente por el comentarista, Borna termina por ceder y en el poste le caza Palladium, que le remonta un par de cuerpos. Se había situado cuarto durante todo el recorrido, saliendo disparado hacia el exterior y haciéndose fuerte en los palos de tribuna. Hay foto-finish y cuando finalmente el comentarista grita el nombre de Palladium, el hipódromo ruge entonces celebrando, si bien no estaba ni de lejos entre las bazas ganadoras, a 24 a 1.  Repite así victoria la cuadra Liberty Racing, de azul con tres lunares naranjas y gorra azul, quien ya ganara el año pasado con Fantastic Moon. El dueño se vuelve loco en la pista jaleando al público y poniéndose de rodillas en el césped, alzando los brazos al cielo. Hasta que no se ha anunciado el definitivo la incertidumbre ha sido total porque el torreón de comisarios, aunque necesario, se convierte en un obstáculo relevante para la visión. Se sitúa justo en la perpendicular de la línea de meta a pie de pista y las tomas de televisión no pueden esclarecer nada, ya que al galopar Palladium por fuera no aparece en la llegada. Es una cierta sorpresa la victoria de este ejemplar. En Colonia fue cuarto, no del todo mal, pero a tres cuerpos de Narrativo, además de llevar hasta el momento una temporada algo larga habiendo corrido desde Marzo. Quizás a él sí le benefició el cambio de terreno hacia el firme, o quizás su entrenador, Henk Grewe, el líder de los preparadores, le trajo en su momento culmen hoy, pues de las preparatorias no se acuerda nadie. El caso es que deja una llegada emocionante con una victoria en el espejo en el mayor premio que se puede correr en Alemania. Estaremos expectantes a sus futuras carreras, para ver si confirma esta actuación. Historial de todos los ganadores del Derby Alemán del siglo XXI con sus videos Como colofón, actuando de anticlímax, llega un hándicap clase C sobre el fondo, en 3200 metros. 5 son los participantes tras la retirada de dos caballos. Salen desde mediados de la recta de enfrente y al primer paso por meta me llama la atención que aquí todo el mundo es consciente de que éste no es el definitivo. No surgen esas escenas curiosas que ocurren a menudo en nuestras fronteras en las que la gente celebra efusivamente con sus boletos al aire y luego se da cuenta de que la carrera sigue. Se sitúan en fila india Paris Mon Amour, Solterio, Leonello, Nachthimmel y Diana. Ganará fácil Leonello con Adrie de Vries, rematando algo Diana para ser segunda, sin opciones de victoria y cerrando el trío Paris Mon Amour. Tengo que salir con cierta prisa, pues el trayecto de vuelta abarcará unas cinco horas, para llegar a eso de la media noche. Recorro la recta de enfrente en sentido inverso hacia la parada de metro y desde la calle tengo una última imagen de la pista, ahí al lado, tan tranquila ahora. Me voy pensando en este extraño hipódromo, cuya grada está atrapada entre dos realidades, la mundana del tráfico y la gloria del pasto, y toda la vida se hace en la pelousse. No puedo decir que me haya parecido extremadamente estético, pero sin duda, único en su especie seguro que es.
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