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- 29/03/22
DUBAI WORLD CUP 2022: Inédito festival nipón con 5 triunfos
FRANKIE DETTORI agranda su leyenda
Desde Dubai, por Ramiro Cibrián Los aficionados que siguen las reuniones internacionales saben bien que el turf japonés, - aunque muy a su pesar no haya ganado hasta ahora ningún Arco-, se encuentra inequívocamente en la primera división de los países con carreras, la definamos como queramos. Son ya muchas décadas de cuidar todo mucho, en especial la cría, incluyendo a través de la compra de muy buenos campeones europeos y norteamericanos. Ese muy buen nivel japonés se venía notando desde hace tiempo, pero nunca de una manera tan ostensible como en los últimos 30 días. Los cuatro triunfos japoneses en las carreras de acompañamiento de la Saudi Cup, todos ellos con monta del franco-japonés Christophe Lemaire llamaron ya la atención, y se han visto ahora confirmados no por cuatro, sino por cinco victorias -una de ellas compartida- en las mucho más importantes y competidas carreras de acompañamiento de la Dubai World Cup, todas ellas de G1 o G2. Sin perjuicio de los detalles que comentaremos, una de las grandes figuras de la jornada, ya conocida y que confirmó su prestigio, fue el entrenador Yoshito Yahagi, el del sombrero lila y dos triunfos en la última Breeders’ Cup. Esta vez sus pupilos triunfaron en tres pruebas: la Godolphin Mile, la Dubai Gold Cup y (con Dead Heat) en la Dubai Turf, confirmando así que es actualmente el entrenador japonés con mayor proyección internacional. A diferencia de lo ocurrido el mes anterior en Riad, en Dubai los cinco triunfos japoneses se produjeron con cinco jinetes distintos: dos europeos (Lemaire y Christian Demuro), dos japoneses (Ryusel Sakai y Yutaka Yoshida) y un australiano (Damian Lane).
Lo que pudo haberse quedado solamente como el gran día de consolidación internacional del turf japonés se tuvo que ampliar al final, pues en la antepenúltima carrera (la Dubai Turf) y en la carrera (la DWC) tuvimos la suerte de volver a ver un par de montas de Lanfranco Dettori, de las que -¡a sus 51 años!- cimentan el lugar que ya tiene entre los mejores jockeys. Hubo un tiempo, el anterior a su traumático final en 2012, tras 18 años, como primer jockey de Godolphin, en el que Dettori acudía a las reuniones de la DWC a montar cómodos favoritos, con los que consiguió, entre otras victorias, tres triunfos en la DWC. El primero fue en el año 2000 con Dubai Millenium, y siguieron los de Moon Ballad (2003) y Electrocutionist (2006). Este año, sin embargo, era diferente, pues ni siquiera con Lord North (Dubawi), el Gosden ganador en 2021 de la Dubai Turf, partía como favorito para repetir triunfo. Que Dettori podía tener una buena tarde ya se vió con su primera monta, la del outsider de Godolphin Naval Crown (Dubawi) en el esprint Al Quoz de 1200 metros en línea recta. Con cotización de 20/1 logró un meritorio cuarto puesto, a solo medio cuerpo de su compañero de patio y favorito Man Of Promise (Into Mischief, 10/11) que, al igual que otros tres favoritos Godolphin de la tarde, defraudó un poco. El ganador fue el irlandés A Case Of You (Hot Streak) , seguido del inglés Happy Romance (Dandy Man) . Irlandeses e ingleses son grandes especialistas en los esprints y esta victoria sobre los Godolphin de Charlie Appleby de caballos relativamente modestos y poco jugados (el ganador partió 14/1 y el segundo 20/1) fueron, (además de los éxitos de Dettori), de las pocas cosas que los europeos presentes pudieron celebrar en la reunión. La primera de las dos victorias de Dettori fue el empate para el primer puesto que obtuvo con Lord North en la citada Dubai Turf, sobre 1800 metros. Es una carrera con una sola curva, que se corrió a muy buen ritmo, impulsado por el japonés de Yahagi Panthalassa (Lord Kanaloa) con Yutaka Yoshida en la silla. Dettori viajó hasta la entrada de la recta final en el centro del pelotón, y a partir de ahí fue progresando con intensidad creciente, hasta conseguir empatar con el conductor justo en la línea de meta. Los últimos 50 metros fueron de una enorme belleza, pues al remate de Dettori sobre Lord North le acompañó otro de igual intensidad, pero un instante más tardío, de Mickael Barzalona sobre el outsider japonés Vin De Garde (Deep Impact, 28/1) , que ya había quedado segundo de Lord North el año anterior. De hecho, los tres caballos cruzaron la meta prácticamente a la par, con Vin De Garde un poco más lanzado desde atrás, en una de las llegadas a tres más bonitas que recuerdo. No obstante, la foto dictaminó que Vin De Garde había sido tercero y que los otros dos habían empatado. A los japoneses de Panthalassa no se les veía demasiado contentos, pero a Dettori y a los Gosden sí, quizás porque la remontada pareció durante la recta final casi imposible. La tercera carrera de Dettori fue sobre Pyledriver (Harbour Watch) en la Sheema Classic, la carrera sobre turf y 2400 metros, en la que montó a este caballo por lesión de Martin Dwyer, su jockey habitual. Pyledriver estaba una semana antes de la carrera poco jugado (llegó a tocar 25/1) pero la monta de Dettori bajó su cotización, y sin ser favorito, partió de cajones 8/1. Lanfranco hizo en mi opinión esta vez una monta arriesgada, pegado a los palos y cerca de la cabeza, que aseguró, entre otros, el japonés Authority (Orfevre, 5/1) . En la recta final Pyledriver avanzó bien por dentro, pero no tuvo hueco para pasar y tuvo que replegarse para intentar otra trayectoria. A 200 metros de la meta perdió algo de momento, pero aún así fue un buen cuarto, a solo un cuerpo del ganador. La carrera la ganó el muy buen japonés Shahryar (Deep Impact, 13/2), un caballo ganador el pasado año del derby japonés y tercero de la Japan Cup. Hizo un recorrido parecido al de Pyledriver, pero mejor colocado, con lo que no tuvo problema en pasar al conductor en la recta final. Y, aún más importante, resistir por solo un cuello el ataque en tromba del favorito, el Godolphin Yibir (Dubawi, 7/2) . Este caballo de Appleby, bien montado por William Buick, hizo un recorrido de espera en cola y remató en la recta final completamente por fuera, pero se tuvo que conformar con quedar segundo, a una corta cabeza del ganador. El pasado sábado los japoneses, incluyendo Shahryar, resultaron imposibles de batir en los finales y algunos de los favoritos de Appleby, en especial Yibir, estuvieron entre los principales perjudicados. En resumen, que para cuando llegó la novena y última carrera, la DWC, estaba claro que ambas pistas estaban rápidas y que favorecían a los que tomaban la cabeza o hacían el recorrido cerca de ella. Lo cual no hizo más que reforzar lo que se esperaba del favorito, Life Is Good (Into Mischief, 8/13) , que iba montado por Irad Ortiz Jr. Él y su hermano gemelo José son de origen portorriqueño y llevan ya muchos años afianzados en posición preeminente en la élite de los mejores jinetes norteamericanos. Son jockeys de extraordinaria energía, comparativamente jóvenes, -ahora mismo aún no llegan a los treinta años-, y a los que no es nada fácil pasar en los metros finales de un gran premio. Life Is Good ya había demostrado con sus victorias en la Breeders’ Cup Dirt Mile 2021 y en la Pegasus Cup 2022 que es un magnífico caballo, perfectamente capaz de implementar la vieja táctica, tan útil en los hipódromos de tierra, de tomar la cabeza nada más salir y no dejarla hasta haber pasado el poste de llegada. Dettori tenía la monta del Bob Baffert Country Grammer (Tonalist), un buen caballo que el año pasado no había sido, ni mucho menos, la estrella principal del patio del maestro californiano. Ese papel lo ocupó el fallecido triunfador del Derby de Kentucky, posteriormente descalificado, Medina Spirit. Pero Coutry Gammer venía de demostrar que estaba en forma quedando segundo, a medio cuerpo de Emblem Road, en la Saudi Cup del mes pasado. Un caballo en forma entrenado por Baffert y montado por Dettori no convenía olvidarlo, por alta que fuese su cotización, que lo era, pues salió de cajones 15/2. La sabiduría de Dettori consistió en no cuestionar el guión de la carrera, dejando que Life Is Good y otro puntero, el Asmussen Midnight Bourbon (Tiznow, 16/1) tomasen la cabeza desde la salida, y limitándose a evitar que abriesen, gracias al fuerte ritmo que imprimieron, una distancia excesiva. Eso pareció que podrían lograrlo en la última curva, pero no fue así, y se entró en la recta final con la carrera abierta, pero con Country Grammer con muchas más reservas que los dos de cabeza, a los que pasó sin dificultada cuando llegaron los últimos 200 metros, esos que Life Is Good no había hecho nunca y, como se vió, por buenas razones. De hecho, el agotamiento pasó factura a los dos punteros que fueron también rebasados in extremis por el segundo favorito Hot Rod Charlie (Oxbow, 4/1) y por el outsider japonés Chuwa Wizzard (King Kamehameha, 14/1) que ya había quedado segundo el año anterior y que con su tercer puesto en la DWC terminó de bordar un sábado japonés para el recuerdo. Como suele suceder frecuentemente en la DWC, una carrera sobre dirt y con la misma distancia del Derby de Kentucky y la Breeders’ Cup Classic, los caballos entrenados en USA suelen ser los favoritos y suelen cumplir con su favoritismo. Así fue una vez más, pues los cuatro participantes de los EEUU quedaron en los puestos 1-2-4-5, números que son elocuentes. El triunfo de Country Grammer supuso la cuarta victoria en la prueba tanto para Dettori como para Baffert. Pero mientras que el astro italiano iguala con ella el récord que hasta ahora mantenía en solitario su ídolo Jerry Bailey, al maestro californiano aún le queda bastante para llegar a alcanzar los nueve triunfos que detenta el dubaití Saeed Bin Suroor. En cualquier caso, esta victoria seguro que representa una compensación para el mal momento que está atravesando como consecuencia de sus últimas dificultades con el doping en general, y con la descalificación de Medina Spirit en particular. Precisamente en los días anteriores a la DWC se anunciaba que Baffert había traspasado a otros colegas el entrenamiento de sus pupilos candidatos al Derby de Kentucky 2022. Aunque sigue contando con el apoyo incondicional de muchos de sus propietarios, a día de hoy está sancionado en Kentucky y sus caballos no pueden participar en ninguna prueba que se celebre allí. Seguro que el triunfo en Dubai le hace más llevadero este trago. Era, por otra parte, la primera vez que Dettori montaba un Baffert. Con el éxito obtenido, quién sabe si en el futuro volveremos a ver esta extraordinaria asociación de dos leyendas vivas y activas de las carreras.
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