1) Magistral la concepción estético-funcional del recinto, con una tribuna parangonable con las mejores del mundo; taquillas de apuestas en cada planta; escaleras y ascensores en número ponderado; aseos con supresión de barreras arquitectónicas, amplios y con buen gusto; excelente el restaurante panorámico; extraordinaria la “intendencia “ periodística, con Mariluz, Gabriel (gordo, que buena gente eres!) y todas las demás chicas; muy amables los técnicos del control filmado; amplias escaleras mecánicas, un aseado cuarto de comisarios, unas pistas de lujo cuyas especificaciones técnicas ya detallé en mi anterior artículo; una panorámica bella de veras, respetando el impacto medio-ambiental; unos servicios de seguridad (sobre todo el sábado) amables y eficientes; un Centro Médico ad hoc, y sobre todo lo demás comentado una gran noticia: los profesionales están encantados con el trato que se les ha dispensado, lo cual es algo grato de veras.

2) Mejorable lo es todo en esta vida, a Dios gracias; Cuantifiquemos: la pista de trote estaba según los expertos un tanto dura, cosa que se mejoró el segundo día. La asistencia de publico el viernes fue aceptable, teniendo en cuenta un clima poco bonancible y constituir una jornada laborable; especialmente entusiastas no eran los aficionados en animar, con excepciones: Los isleños, los galos, y algún que otro apasionado de toda la vida. En la primera carrera no hubo speaker, y se dio la salida sin que el servicio de megafonía diera la más mínima señal de vida: Fernando Ortega, menos mal, estaba allí entre nosotros y la cosa se arregló a la perfección; El hermoso paddock ha sido concebido con gusto, mas acarrea un problema: no hay una zona aislada para pasear al ganador, y este se ve rodeado de niños pequeños: el caballo de carreras es un animal nervioso, y de no ser por la magistral actuación de los Stewards (Jesús, Mami, Eladio, etc...) podría haber ocurrido una desgracia irreparable; en fin, tampoco fue un marco muy a lo Beau Brummell el escogido para que Manuel Chaves presenciara una exhibición a caballo que se hizo pesada. Es la máxima autoridad de nuestra Autonomía, y, aunque es persona muy sencilla y cordial de trato, la representatividad de su cargo demanda hacer las cosas comme il faut, como asÍ fue en la visita de nuestro Presidente por el interior de este formidable hipódromo, y una ulterior visita al paddock, cumplimentada con una comida selecta tras la disputa del GP Inauguración. Francisco Toscano, alcalde nazareno, también estuvo allá con su sempiterna sonrisa, y hay que destacar en este entramado de personalidades a una, poco conocida a nivel Nacional pero mucho a nivel de la Corporación, cual es el factótum de todo este tinglado: Pepe González Luque, un hombre que ha luchado lo indecible por sacar adelante el hipódromo, y que tendrá en esta pagina la crítica y el parabién en su justo punto. ¿La crítica?: muy posiblemente por exceso de agenda no ha aprovechado oportunamente las sugerencias que hicieron algunos colectivos integrados por gente relacionada con la Asociación de Carreras de Sevilla, y, que -lógicamente- no tienen la maneouvre en gestionar asuntos de este calado como González Luque, pero sí muchísima más experiencia en lo turfístico (como veremos en nuestro apartado 3, hay cosas que se hicieron mal, así de clarito). ¿Problema de Soberbia ¿No? El Sr. Luque va de cara y no se esconde; es más un tema de no saber o querer delegar competencias, o de producir el efecto contrario a lo que se deseaba: nombrar demasiados subordinados sin que exista coordinación entre ellos. Por otra parte, se ha hecho una publicidad nefasta del hipódromo en Sevilla Capital, lo cual incidió en la decepcionante entrada del Sábado. ¿Los parabienes a su labor? Muchos. Ha toreado bien, con temple y con buenas medias verónicas rematadas; es el responsable de la futura construcción de una excepcional área de expansión en viviendas y equipamientos entre el centro urbano de 2H y “Los Quintos”; ha tenido que soportar reproches sin fundamento, como el de ser el responsable de una obra faraónica que no está en sintonía con las necesidades actuales y la demanda... cuando los que dicen eso deberían saber que el mantenimiento del track hasta Septiembre seguirá siendo costeado por la Corporación, tomando las riendas E’Quiniela en Octubre, si todo marcha bien: Last but no least, y con independencia de altanerías y “melatraeflojadas”, este es un tío que se crece ante los retos: tras la entrevista que le realice me dije: “un político más”. Pero noblesse obligue, su labor y desempeño me han parecido la de un hombre cabal, inteligente y decidido, y sobre todo, valiente. Hay que decir las cosas como son. Errare humanum est. Junto a él, también resaltar la conocida eficacia de Carlos González Valverde, Director Técnico.

3) En lo muy manifiestamente mejorable hay que incluir el tema de las taquillas de apuestas y el catering. Las taquillas son lo que menos me ha gustado arquitectónicamente. No es de recibo que tengas que gritar a las inexpertas mozas, protegidas por una mampara de no se sabe quien... ¡Ganador 3 euros al 9¡¿HA DICHO UD. 3 EUROS AL 9!!!!????.Y toda la fila de atrás se entera de tu petardo, y al carajo el sustancioso potencial dividendo. Peor es el hecho de que se cierren taquillas en las narices de una cola, como en un supermercado, lo cual hizo a muchas personas de cierta edad sentir aún más los quebrantos de la misma; inaudita era la impericia de algunas-unos, que no sabían diferenciar un colocado de un trío combinado. En ese aspecto la gestión es reprochable, pues se ofreció ayuda-como antes he comentado- de gentes más familiarizadas con este espinosísimo asunto, ayuda que fue desdeñada. El catering, muy bueno para los tíos de pasta (¿no queríase evitar el elitismo de Pineda?) y nefasto para el pequeño apostante de renta media, que es quien llena el hipódromo. Se acabaron los bocatas en la 3º planta, y el champán y el jabugo sobraban en la segunda. Cosas veredes, querido Sancho. Y obsérvese una cosa: si queremos que la Apuesta exterior funcione -si es que algún día reina la cordura – hay que fomentar el aficionado de veras, no al señorito andaluz, madrileño o haitiano que solo va para enseñar el rolex, mostrar la espectacular rubia de turno (que gran razón la de Stendhal cuando dice que las mujeres demasiado guapas sorprenden menos el segundo día) y dedicarse a criticar sin parar en mientes de una verdad como un templo: El despegue ha comenzado.