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Desde París
por Jorge de Miguel
El Arco del Triunfo 2024 lo ganó el pasado domingo Bluestocking, pero bien lo podrían haber ganado Los Angeles o Illinois. Con 2,8 millones de euros en juego y un futuro como semental asegurado la diferencia es para analizarla bien. El pupilo de Aidan O’Brien Los Angeles lideró la carrera para imponer un ritmo vivo que le beneficiara, al no haber ningún otro contrincante interesado en la misma tarea. En terreno blando y con hasta 15 rivales a la caza, la estrategia no le salió productiva, llegando a la meta en un excelente tercer puesto pero bien batido por dos yeguas, Bluestocking y Aventure. ¿Pudieron haber sido las cosas de otra manera?
Hay varios argumentos a favor del sí. El propio O’Brien juzgó la falta de paso como causa importante de la derrota. Podemos traer a la memoria otras tácticas pasadas con uno, dos o hasta tres pacemaker para lanzar la carrera de su principal protegido. Esta táctica ha caído en desuso en la casa Ballydoyle, pero bien parece que habría sido este Arco del Triunfo el momento preciso para aplicarla, si este hijo de Camelot precisaba que la prueba fuera convenientemente animada desde el principio.
Y vaya, que la solución no estaba lejos. Sólo 24 horas antes, el compañero de patio Illinois y el propio Ryan Moore ejecutaban una largada en punta que en el Prix Chaudenay sobre 3.000 les llevaba a una incontestada victoria. ¿No era adecuado sacrificar los 114.000 euros de este Grupo 2 por intentar mejorar las opciones en el mismísimo Arco? Confieso no estar del todo seguro de si al tener Illinois diferente composición en la propiedad (pero escasamente, porque 3 copropietarios coinciden en ambos) fuera legar hacerle de pacemaker. Curiosamente este hijo de Galileo (y no olvidemos, hermano de Danedream, la ganadora del Arco que posee el récord de la carrera en Longchamp) podía perfectamente abordar su propia opción (imposible estar más acreditado, en julio fue 2º en los 2.400 metros del Grand Prix de Paris, sólo batido precisamente por Sosie, el que salió favorito del Arco). Illinois habría sido un más que legítimo corredor del Arco, un muy temible puntero –imposible dejarle escaparse mucha distancia- un probable ganador con esa táctica y en caso de no ganar un excelente lanzador de Los Angeles en la línea de meta.
Y aún hay otro argumento a favor porque en los últimos años Ballydoyle ha intentado en varias ocasiones hacer el imposible doblete St Leger-Arco, y aunque Illinois no ganó esa carrera sí fue segundo cerca de su compañero de colores Jan Brueghel, otro hijo de Galileo que continúa imbatido y que también habría sido un corredor del Arco con enorme chance. Aunque en su caso se entiende que el conglomerado Magnier/Tabor le haya reservado para la gran hazaña que sería vencer con él el primer martes de noviembre en la Melbourne Cup.
Pero la realidad fue otra: Rossa Ryan y Bluestocking aprovecharon excelentemente el cajón 3 para colocarse en vanguardia desde el principio, luego relevados por Los Angeles pero manteniendo una cómoda e interior segunda posición, y llegada la recta final no recibieron ataque alguno desde atrás –los 4 primeros en meta viajaron en posiciones delanteras- y controlaron el final de Los Angeles y sobre todo de la potranca Aventure, la que más remató en la recta final hasta fotografiarse a un cuerpo y cuarto de la ganadora.
EL RESTO DE CARRERAS DE GRUPO DEL FIN DE SEMANA POR PAÍSES: FRANCIA
De las 11 carreras de nivel de Grupo disputadas entre el sábado y el domingo, 8 de ellas del tope Grupo 1, los anfitriones se tuvieron que contentar con 3: El sábado sólo cataron el Grupo 2 Prix Wildenstein que ganó un renacido Ramadan para el entrenador Christophe Head. Y el domingo fueron dos yeguas las que les permitieron izar brevemente la bandera tricolor: la potrilla Vertical Blue que sorprendió a su compañera de establo Zarigana en el Marcel Boussac dominado por el entrenador François-Henri Graffard y el Prix de la Ópera en la que otra protegida de Head, Ramatuelle llevó la alegría a las gradas y a la cuadra de Tony Parker, el crack del baloncesto de la selección francesa metido a propietario de caballos de carreras.
IRLANDA O MÁS BIEN AIDAN O’BRIEN
Los irlandeses volvieron a estar representados en el podio exclusivamente por el maestro de Ballydoyle, vencedor el sábado de los 2 Grupos 1 en disputa (el Royallieu de Grateful donde nuestra War of Dance no se colocó) y el Cadran en el que Kyprios pasaba a la historia por convertirse con 8 en el caballo que más Grupos 1 ha ganado para este entrenador. Y también por otra hazaña hecha por este hijo la enorme madre Polished Gem: es el primero en ganar el mismo año la Copa de Oro de Ascot y el Prix Cadran, superando al único caballo que ha vencido también en ambas carreras, Westerner, pero éste en diferentes años.
INGLATERRA: EL ARCO A CASA Y TRES GRUPOS MÁS
Además del bonito trofeo que el entrenador Ralph Beckett se habrá llevado a sus cuarteles de Kimpton (no lejos del hipódromo de Salisbury) con la forma de un célebre Arco del Triunfo, los ingleses también dominaron totalmente el prestigioso Premio de la Abadía en la que su representante Makarova se impuso en la meta a dos de los mejores sprinters del año, Bradsell y Believing en una llegada en la que los representantes ingleses coparon las 9 primeras posiciones. Media hora después vencieron en el Arco y otra media hora más tarde el momentum británico continuó con el Prix de la Ópera dominado en sus dos primeras posiciones por las entrenadas por los Gosdens en Newmarket Friendly Soul y Running Lion. El día anterior los ingleses habían vencido en el Prix Dollar con un caballo que ha tenido una campaña admirable durante el año entero, el representante de Brian Meehan Jayarebe, séptimo el año pasado en este mitin en el Lagardère y que se ha vengado muy eficazmente de aquella derrota.