por Jorge de Miguel,

Algunos eventos se quedan largamente en la memoria y creedme si os digo que mucho más si han sido vividos en las praderas de Epsom, aquéllas que se parecen más que la mayoría de los lugares a lo que será un día el Paraíso eterno. El galope el pasado junio de City of Troy y de Ezeliya en sus últimos trancos antes de la meta, ya con las puertas de la gloria abiertas de par en par, hace flotar en el aire el tiempo como en esos sucesos que según están ocurriendo están pasando al cincel de las crónicas que perduran. No son palabras épicas soltadas en arrebato etílico o huecas de contenido ahora, 125 días pasados desde entonces, y disputadas todas las carreras veraniegas cuyo largo jamboree comienza precisamente detrás del poste de madera de Epsom, la mente guarda frescos aquellos minutos vividos en el condado de Surrey.

Son precisamente esos aproximadamente 125 días los que separan la disputa de las dos clásicas de Epsom del enorme tótem europeo que es el Arco del Triunfo, la carrera a la que de forma natural apuntan ambos ganadores de las primeras, macho y hembra. No siempre lo corren y desde luego rara vez lo ganan, como atestigua que en el presente siglo sólo lo hayan conseguido Enable, Golden Horn, Workforce y Sea The Stars (se puede añadir en esta lista a Sinndar que firmó este doblete en 2000). En este 2024 tampoco ninguno lo dsputará: Ezeliya se retiró sin lesión sin llegar a salir a la pista después del Oaks y City of Troy se dirige hacia el que posiblemente sea el “más difícil todavía” del circo del turf europeo, enfrentarse sobre pista de arena a los mejores especialistas americanos en la Breeders’ Cup Classic. Mala noticia para el Arco pero excelente para el deporte en general y su espíritu de superar lo insuperable.

Si miramos un par de años antes y tenemos en cuenta las ediciones 2023 y 2022 de las clásicas de Epsom, los dos machos Desert Crown y Auguste Rodin, ni siquiera han llegado a competir en Francia (el primero tuvo que terminar siendo sacrificado por una lesión pertinaz y el segundo podría correr la semana que viene el Arco). Mientras que las dos yeguas, Tuesday y Soul Sister tuvieron relativo éxito en sus salidas francesas: la primera fue cuarta del Prix Vermeille y sexta en la Ópera (optó por esta prueba en vez del Arco, disputado ese mismo día) mientras que la segunda sólo corrió una vez tras el éxito del Oaks, y fue precisamente en Longchamp con un segundo puesto de Feed The Flame en el Grand Prix de Paris.

El Arco 2024 parece pasar por Francia esta vez, y si el año pasado el ganador del Jockey Club Ace Impact dominó tanto dicha carrera de junio como la gran prueba de octubre, este año el 1º y el 3º de aquella clásica de Chantilly aparecen prominentes en apuestas para volver a dejar la copa –el enorme Arco del Triunfo plateado que recoge el propietario- en suelo patrio. De Inglaterra la mejor opción es la yegua de edad Bluestocking, pendiente aún de un reenganche que se decidirá siguiendo de cerca el estado del terreno. Y de Irlanda el imperio Coolmore confía precisamente en Los Angeles, 3º en el Derby este año, e incluso puede que en Content, no corredora en el Oaks pero sí en la versión francesa, Prix Diane, en la que fue octava.