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- 04/08/24
INTERNACIONAL – GLORIOUS GOODWOOD 2024
Para O’Brien y Ryan Moore dos de los tres G1 y uno para Godolphin
por Ramiro CebriánEn general no suelo escribir crónicas de las carreras a las que no asisto, pero con el festival Glorious Goodwood de este año se puede hacer una excepción. Se trata de uno de los tres grandes festivales ingleses de verano, junto con el Royal Ascot, -que se celebra cercano a los días del solsticio-, y el Ebor de York, de mediados de agosto. Goodwood es uno de los hipódromos más bonitos del mundo, pero al mismo tiempo también uno de los más complicados, sin ninguna recta de enfrente y con las pistas totalmente desplazadas a la derecha de las tribunas (hacia el noreste, para ser geográficamente precisos), haciendo un lazo en forma de ocho a más de un kilómetro de distancia. Si alguna vez van, lo que es muy recomendable, no olviden los prismáticos. El festival tiene cinco días de carreras, de martes a sábado, con siete cada día, pero no se preocupen porque en estas líneas me voy a limitar a comentarles solamente las tres que son de categoría G1, las cuales, a ritmo de una por día, se corren en las tres primeras jornadas. Se trata de la Goodwood Cup, que es una prueba de fondo más bien corta, sobre 2 millas (unos 3200 metros), la milla del Sussex Stakes, que se corre el segundo día, y el Nassau Stakes, una prueba para potrancas y yeguas de 3 años en adelante, sobre 1 milla y 2 furlones (2000 metros).  En contra de lo que algunas veces se ha avanzado, el hipódromo de Goodwood (y sus amplios espacios adyacentes que incluyen aeródromo, circuito automovilístico y muchas otras instalaciones), no pertenece al prestigioso duque de Marlborough (el de la tonadilla “Mambrú se fue a la guerra, que dolor, que dolor, que pena, etc.”, muy activo en nuestra guerra de Sucesión) sino al no menos prestigioso duque de Richmond, que en la versión actual del ducado (hubo dos anteriores) fue en primer lugar un señor llamado Charles Lennox, hijo natural de Carlos II y de la bella cortesana bretona Louise de Penancoët de Kérouaille. Dejando al margen esta fascinante historia y volviendo a las carreras, les confirmo que las de fondo de este año están condicionadas por la vuelta a la competición y en plenitud de facultades del gran especialista Kyprios (Galileo). En la Goodwood Cup partió favorito a 8/13F y la ganó de forma clara, con gran autoridad, demostrando en la recta final que era de lejos superior a los otros cinco participantes. Para poner las cosas en perspectiva, procede recordar que Kyprios es un 6 años cuya propiedad comparten Moyglare Stud y Coolmore, está entrenado por Aidan O’Brien y es montado regularmente por Ryan Moore. Ha tenido a veces problemas de salud y de lesiones, que en 2021 y 2023 le tuvieron bastante apartado de las pistas. En esos años, es decir, cuando tenía respectivamente 3 y 5, corrió solamente un par de carreras, ganado una de ellas y siendo segundo en otras dos. A cuatro años, sin embargo, fue el campeón indiscutible de las pruebas de fondo. Ganó las 6 en las que participó, incluyendo las Copa de Oro de Ascot y Goodwood, el St Leger irlandés y el Cadran. El año pasado tuvo una recaída, pero este año ha vuelto por sus fueros. Empezó 2024 con compromisos fáciles, ganando un Listed y un G3 en Irlanda, para imponerse luego en Ascot y Goodwood con una superioridad aún mayor que la de hace dos años. Si sigue el mismo itinerario que en 2022 es evidente que el St Leger irlandés y el Cadran tienen ahora mismo un claro favorito. Esa superioridad implica que los caballos que el año pasado fueron figuras del fondo ahora se tienen que conformar con competir por las colocaciones. En Goodwood los puestos segundo y tercero los ocuparon respectivamente los especialistas de los Gosden Sweet William (See The Stars, 11/2), que llegó a cuatro cuerpos, y Gregory (Golden Horn, 14/1) que estuvo una cabeza por detrás. Tras ellos, a 8 ½ cuerpos llegó Trueshan (Planteur, 15/2), ganador el año pasado del Cadran. Sexto y último, completamente descolgado, fue Coltrane (Mastercraftsman, 12/1) un veterano que va bien en terreno blando y bastante menos bien en el terreno bueno que había este año en Goodwood.  Los Sussex Stakes es una milla muy prestigiosa que frecuentemente ha servido para confirmar las actuaciones en la del St James’s Palace Stakes del Royal Ascot. Para no abrumarles demasiado con nombres, mencionaré solamente que sus dos últimos ganadores fueron los excelentes Paddington y Baaeed, y que Frankel ganó la prueba dos veces. Este año el interés se centraba en ver si Rosallion (Blue Point) confirmaba las excelentes victorias que, tras haber sido segundo en las 2000 Guineas, había luego obtenido en las Irlandesas y en Ascot. En otras palabras, se trataba de ver si este pupilo de Richard Hannon confirmaba que hoy en día es el mejor millero de Europa. Sin embargo, nuestro gozo se fue al pozo, porque un par de días antes de la carrera (cuando ya su compañero de patio y también excelente millero Haateem había sido retirado) Rosallion presentó unas fiebres que obligaron a darle de baja a él también. Lo de las fiebres y las lesiones es este año penoso, pues está afectando a buenos caballos que hubiesen podido animar bastantes de los G1 recientemente celebrados. Estoy pensando sobre todo en Isle Of Jura, que después de ganar el Hardwick Stakes del Royal Ascot ha sufrido una importante lesión que le apartará de las pistas hasta el año que viene, y también en White Birch, que después de ganar brillantemente la Tattersalls Gold Cup del Curragh (batiendo entre otros a Auguste Rodin) ha estado dando malas analíticas que le mantendrán inactivo por lo menos hasta el York International. El contratiempo de Rosallion cambió la carrera, convirtiéndola (por lo menos en apuestas ex ante) en un duelo entre los que habían sido hasta entonces segundo y tercer favoritos. Por una parte, el O’Brien Henry Longfellow (Dubawi, 11/10F) que después de haber corrido mal en la Poule francesa venía de ser buen segundo, a un cuello de Rosallion, en el St James’s Palace. Y por otra parte el Godolphin de Charlie Appleby Notable Speech (Dubawi, 3/1), que se había impuesto brillantemente en las Guineas, con un cambio de ritmo electrificante en el esprint final, pero había fallado en Ascot, en donde ese cambio no había aparecido, terminando séptimo de ocho. Además de estos dos candidatos hubo solamente otros tres participantes, de los cuales uno fue el incursor francés Facteur Cheval (Ribchester, 5/1). Ni él, ni ninguno de los otros dos llamaba a priori particularmente la atención. Lo memorable del Sussex Stakes de este año es que Notable Speech restauró su credibilidad, mostrando en la recta final (que en Goodwood, a diferencia de Newmarket y Ascot, es más bien cuesta abajo) el brillante cambio de ritmo de las Guineas, lo que le permitió ganar la carrera sin dificultades. En la meta registró 1 ½ cuerpos de ventaja sobre el 5 años de William Haggas Maljoom (Caravaggio, 11/2) que estuvo montado por Tom Marquand, y un cuello más sobre el citado Facteur Cheval, que con Maxime Guyon en la silla fue tercero. La decepción esta vez la causó Henry Longfellow, que pudo ser solamente cuarto a 3 ¼ cuerpos. En resumen, que en lo que respecta al título de mejor millero europeo las espadas siguen en alto. Habrá que esperar a que Rosallion y Notable Speech vuelvan a coincidir sobre la milla, algo que quizás solamente ocurra en en el Moulin de Longchamp, ya en septiembre.  Ciñéndonos a los G1, a Coolmore, es decir, a Aidan O’Brien y a Ryan Moore, les había ido muy bien el primer día con Kyprios, y mal el segundo con Henry Longfellow. El jueves, que era el tercero, les volvió a ir muy bien en el Nassau Stakes, y no solamente en esa carrera. Su partant contó con 9 corredoras, con el favoritismo ex ante fluctuando entre la 5 años de los Gosden Emily Upjohn (Sea The Stars, 7/4F) y la 3 años de O’Brien Opera Singer (Justify, 9/4). No es que las carreras de Emily Upjohn de este año fuesen para tirar cohetes, pues ni en la Dubai Sheema Classic ni en la Coronation Cup había corrido bien, pero venía de ser segunda de Bluestocking en el Pretty Polly Stakes sobre la misma distancia de 2000 metros y eso al final inclinó la balanza de la cátedra. Una diferencia importante de Emily Upjohn con respecto a Opera Singer es que esta, a sus tres años, está aún en formación y no sabemos bien todavía cuál puede ser su techo. Emily Upjohn está comparativamente ya formada y suficientemente contrastada. La carrera, a pesar de las dudas previas, no tuvo color. La pupila de los Gosden volvió a correr mal y pudo ser solamente sexta, a 8 ½ cuerpos de la ganadora. Ryan Moore, por el contrario, aprovechó para dar un recital, una pequeña lección magistral de cómo se puede y se debe ganar una carrera de punta a punta. Siguiendo la conocida táctica de coger la cabeza en cuanto se da la salida y no dejarla hasta pasada la meta, Ryan supo en todo momento imponer a sus seguidores el ritmo apropiado a cada tramo del recorrido y lanzar el esprint final (recuerden que es cuesta abajo) con la suficiente antelación para que las rematadoras del paquete no le sobrepasaran. Esas rematadoras fueron, por el orden de llegada, la outsider de Andrew Baldwing See The Fire (Sea The Stars, 16/1), a la que Oisin Murphy empujó muy bien pero no lo suficientemente a tiempo, la incursora francesa (y ganadora del Prix de Diane) Sparkling Plenty (Kingman, 9/1) que montada por Cristian Demuro fue tercera a un cuerpo, y la ganadora de las 1000 Guineas Elmalka (Kingman, 17/2) que es de propiedad quatarí, está entranada por Roger Varían y con James Doyle en la silla fue cuarta, a 3 ¼ cuerpos de la ganadora. La buena tarde del jueves de Aidan O’Brien y Ryan Moore incluyó, además de la de Opera Singer, victorias con Jan Brueghel (Galileo, 4/5F) en los Gordon Stakes, que es un G3 sobre 2400 metros para 3 años que no hayan corrido aún mucho, y de la dos años de Niarchos Dreamy (American Pharoah, con madre por Galileo), en una Clase 2 para potrancas maiden de dos años en la que Ryan volvió a dar otro recital. Mientras que Dreamy acaba de empezar su vida de carreras, Jan Brueghel es un tres años al que conviene prestar atención. Tiene un magnífico origen, especialmente para el fondo, está invicto en sus tres salidas y ahora mismo es a 5/1 segundo favorito para el St Leger, por detrás de su compañero de patio Los Angeles, que está 4/1, pero por delante de Illinois (6/1). Termino con unos comentarios sobre las exageraciones. Vivimos posiblemente en una época propensa a ellas. Y es esto quizás lo que explique que, tras el buen cambio de ritmo y la meritoria victoria de Notable Speech en el Sussex, hayan surgido voces que lo comparan con Frankel, entre otras cosas porque también tenía un gran cambio de ritmo y también ganó a sus tres años tanto las Guineas como el Sussex. Es claro que Frankel es en nuestros tiempos la referencia obligada cuando se piensa en un crack. Pero las comparaciones con Notable Speech, cambios de ritmo aparte, olvidan que Frankel no perdió nunca ninguna carrera. En su historial no hay nada remotamente parecido al fallo de Notable Speech en el St James Palace. La otra exageración es la que ya coloca a Opera Singer como cuasi favorita para el Arco. No cabe duda de que es una magnífica potranca y de que en tiempos recientes excelentes potrancas, como Danedream, Treve y Enable ganaron a sus tres años el Arco. De hecho, las dos últimas repitieron victoria al año siguiente. Pero de ahí a colocar ya a Opera Singer en el mismo papel me parece excesivo. Opera Singer tenía hasta el Nassau algunas carreras buenas, pero es una potranca que está aún haciéndose. El año pasado ganó el G1 Marcel Boussac en la reunión del Arco, lo que es meritorio y prometedor, y este año venía de ser buena segunda de Porta Fortuna en el Coronation Stakes de Ascot. Pero aún está por competir con los machos y mostrar con ellos de lo que es capaz. En cualquier caso, estos ditirambos tienen su impacto, y ahora mismo Opera Singer es ya segunda favorita ex aequo para el Arco, con cotización generalizada de 10/1, detrás de Look de Vega, el cual, tras haber ganado brillantemente el Jockey Club, es primer favorito. Pero Opera Singer empata para el segundo lugar con el Fabre Sosie, que viene de ganar el Gran Premio de París. Si 10/1 les parece una cotización interesante y si son ustedes apostadores ex ante, aprovechen, pero quizás lo prudente sea esperar aún un poco. Quedan todavía pruebasimportantes antes del Arco. En alguna de ellas volveremos a ver seguramente a Opera Singer y nos podremos hacer una mejor idea de sus aptitudes.
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