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                        - 17/11/23 
                         PREVIA DE LA JAPAN CUP 2023  
                         La carrera se presenta como la consagración del crack japonés EQUINOX  
                         
                         porRamiro Cibrián  En comparación con las clásicas inglesas, que cuentan con casi dos siglos y medio de   antigüedad, las grandes pruebas internacionales de finales de año, incluida la Japan   Cup, son asuntos de reciente creación. La primera edición de esta prueba tuvo lugar en   1981 y su lanzamiento reflejó seguramente la ambición del turf japonés de abrirse al resto   del mundo en general, y al turf europeo en particular, considerado entonces como el mejor   del mundo. Gracias al clima suave de su isla central, Japón cuenta con una larga temporada   de carreras, que se prolonga hasta el Arima Kinen, el gran premio de cierre de temporada   que se corre a fines de diciembre. La Japan Cup es uno de sus grandes premios, no   necesariamente el mejor dotado, pero sí el más relevante internacionalmente. Sus   condiciones, aparte de pesos por edad, están diseñadas para facilitar la participación   extranjera, cosa que unas veces se logra más que otras. En todo caso hay docena larga de   pruebas de G1 cuyo ganador o primeros clasificados califican automáticamente para   participar (win, and you are in) y para recibir no solo importantes subvenciones de ayuda al   desplazamiento sino también, en el caso de que ganen o se coloquen en la carrera,   importantes bonos que se suman a la ya de por sí excelente dotación. Sin embargo, el   ganarla, o meramente el correr bien, no está resultando últimamente nada fácil para los   incursores extranjeros. Si para la gran mayoría de patios europeos tener un caballo en forma   para las pruebas de la Breeders’ Cup la primera semana de noviembre es ya un gran desafío,   hacerlo para la Japan Cup el último domingo de ese mismo mes es misión casi imposible.             O por lo menos lo está siendo en los últimos quince años. No lo fue, sin embargo,   durante las primeras décadas de la Japan Cup, cuando el sistema pareció funcionar bien.   Los éxitos extranjeros, sobre todo europeos, pero también norteamericanos y del hemisferio   sur, proliferaron entonces de una manera que después ha desaparecido. De hecho, en las   primeras veinticinco ediciones, las que van desde 1981 hasta 2005, los caballos entrenados   fuera de Japón ganaron 14 veces, con 8 victorias de caballos entrenados en Europa. No eran   quizás los mejores de sus respectivos continentes, pero sí eran caballos buenos, que   viajaban bien y que habían supeditado su temporada a la participación en esta prueba. La   última victoria extranjera, también europea, fue la de Alkaseed en 2005. Este hijo de   Kingmambo estaba entrenado por Luca Cumani en Inglaterra y había ganado el Gran Premio   de Saint Cloud, una de las pruebas clasificatorias. Tanto en Saint Cloud como en Tokio   Alkaased estuvo montado por Frankie Dettori. Con él el milanés logró su tercer triunfo en la   Japan Cup, un triplete que también ostentan Christophe Lemaire y el japonés Yasunari Iwata   pero que no es récord en la prueba. El récord lo tiene Yutaka Take, con cuatro triunfos. Lo   interesante es que desde 2006 hasta el presente todos los ganadores han sido caballos   nacidos y criados en Japón, aunque los jinetes que los han llevado a la victoria no hayan   sido siempre japoneses. De hecho, en 9 de esas 17 ocasiones los jockeys ganadores fueron   extranjeros, incluyendo en esta cifra los citados tres triunfos del “niponizado” Christophe   Lemaire.      Aunque aún faltan diez días para la carrera, la realidad es que el proceso de   nominaciones está terminado y como algunas casas de apuestas ofrecen cotizaciones ex   ante, me parece que se pueden avanzar ya unas primeras impresiones razonablemente   realistas sobre la edición de este año. Lo primero que hay que decir, desafortunadamente,   es que la Japan Cup 2023 se presenta un poco desangelada, en el sentido de que   parece ser casi exclusivamente un ejercicio para la consagración de Equinox   (Kitasan Black, 3/2) . Como posiblemente saben, Equinox es un cuatro años japonés   que desde 2022 es, con 129 libras, el caballo con más alta valoración en el ranking global de   Longines. El ganador del Arco, Ace Impact, es el segundo de ese ranking, con una libra   menos que el japonés. Lo bonito, naturalmente, hubiese sido ver una confrontación de   Equinox con el hijo de Cracksman, o por lo menos con Auguste Rodin, Mostahdaf, Hukum o   Westover. No tendrá lugar, pues los cuatro, y otros posibles candidatos europeos solo   imaginables en sueños, como Paddington o Desert Crown, están ya retirados en la yeguada   o fallecidos. La línea paterna de Equinox se remonta (al igual que la del gran semental   japonés Deep Impact) a Sunday Silence, mientras que la materna lo hace a Halo. Ambos   fueron dos grandes padrillos de origen norteamericanos que ejercieron exitosamente en   Japón. Equinox ha estado siempre montado por Christophe Lemaire, y con él ha ganado 6   de las 8 carreras que ha corrido. Está imbatido desde octubre de 2022, fecha en la que ganó   el G1 Tenno Sho de otoño sobre 2000 metros. Sin embargo, su victoria más relevante es   quizás la que logró el pasado marzo, cuando se impuso con gran facilidad sobre los 2400   metros de la Dubai Sheema Classic, dejando a Westover a 3 ½ cuerpos. La Japan Cup de   2023 es su objetivo del año y una victoria en la misma le abriría el paso a la  yeguada con todos los honores. La cátedra parece bastante convencida de que ocurrirá así y   de ahí su moderada cotización de 3/2.   Los colores europeos estarán seguramente representados en primer lugar por   Continuous (Heart’s Cry, con madre por Galileo), un caballo de Coolmore nacido   en Japón, pero entrenado en Ballydoyle por Aidan O’Brien. Dentro de ese enorme patio,   Continuous es un tres años que ha ido a más a lo largo de la temporada. En agosto ganó en   York el G2 Great Voltigeur Stakes, a lo que siguió en septiembre una contundente victoria   sobre el Gosden Arrest en el St Leger de Doncaster. Sin importarle ese esfuerzo, ni los   supuestos conjuros, a las dos semanas fue buen quinto del Arco, a 3 ½ cuerpos de Ace   Impact. Su padre, Heart’s Cry, es también por Sunday Silence y falleció este año, tras haber   sido en los últimos tiempos uno de los mejores sementales de Japón. Siendo Continuous un   potro al que seguramente aún le quedan victorias importantes en el cuerpo, sus actuaciones   han sido hasta el momento de alcance limitado. No parece estar ahora mismo, ni aunque lo   miremos con el mayor entusiasmo, en condiciones de batir a domicilio a un crack como   Equinox. En apuestas previas cotiza 17/1 y puede por tanto ser una buena opción para una   colocación. Pero sin descartarlo del todo, pues se sabe de sobra que delante de Aidan   O’Brien, su entrenador, castillos más grandes han caído.   Los tres caballos que siguen a Equinox en apuestas son japoneses y, salvo quizás   Liberty Island(Duramente, 4/1),  tampoco me parecen de demasiada talla. Liberty   Island es sin duda la mejor potranca japonesa en entrenamiento. Es segunda favorita, pues   ha ganado 5 de sus seis carreras incluyendo, esta pasada primavera, las 1000 Guineas y el   Oaks japoneses. Viene, por lo demás, de ganar un G1 para potrancas (el Shuka Sho) sobre   2000 metros el pasado 15 de octubre en Kioto. Está entrenada por Mitsumasa Nakauchida,   entrenador que desconozco, y ha estado siempre montada por Yuga Kawada, que es   actualmente el mejor jockey japonés autóctono, el llamado, quizás, a suceder a Yutaka   Take. El tercer favorito en apuestas es el cinco años Titleholder(Duramente,   11/1). Se trata de un veterano experimentado, que ha ganado 6 de sus 16 carreras y que   viene de ser segundo en un G2 sobre 2200 metros. El año pasado corrió en otoño mal, sin   figurar ni en el Arco ni en el Arima Kinen. Este año lo comenzó bien, con una victoria a nivel   G2 en marzo pero que parece insuficiente para un desafío como el de la Japan Cup. El   cuarto favorito es también japonés, es hermano de Continuous, tiene cuatro años y se llama   Do Deuce (Heart’s Cry, 15/1). Le ha montado siempre Yutaka Take. Do   Deuce ha ganado solo 3 de sus 8 carreras, pero entre esas victorias se encuentra la del   Tokyo Yushun, el Derby de Japón de 2022, en el que batió a Equinox por una nariz,   proporcionándole una de sus dos únicas derrotas. Tras esa carrera Do Deuce corrió en   Longchamp con más pena que gloria, pues fue penúltimo del Arco. Este año ganó un G2 a   principio de temporada, pero el pasado 29 de octubre pudo ser solo séptimo de once en el   G1 Tenno Sho de otoño, a 8 ½ cuerpos de Equinox, en lo que constituía para ambos la   preparatoria para la Japan Cup.            El único otro incursor europeo entre los 21 nominados, ya con cotización de 26/1, es la   seis años francesa Iresine(Manduro).  De hecho, es el único nominado que   no tiene tras su nombre el paréntesis (JPN), que denota el nacimiento del ejemplar. Está   entrenada por Jean-Paul Gauvin, un preparador más especializado en trote que en galope. A   Iresine la monta regularmente mademoiselle Marie Velon, una de las mejores jocketas   francesas de la actualidad. Tiene, Iresine, un palmarés que no está mal, pues ha ganado 11   de sus 16 carreras, incluyendo no solo varias victorias a nivel G2, sino también el Prix   Ganay de este año y el Royal-Oak del pasado, ambos G1. No es un palmarés fuera de   serie, pero puede ser suficiente para una bien remunerada colocación. Finalmente les   menciono que entre Iresine y Continuous se encuentran en apuestas previas, con cotización   de 21/1, los japoneses Danon Beluga(Heart’s Cry)  y Vela Azul  (Eishin Flash). El primero es un cuatro años que cuenta con una victoria en ocho salidas   y que será probablemente montado por Joao Moreira, lo que es quizás su mejor activo. En   cuanto al seis años Vela Azul, ha ganado dos de sus diez carreras, pero lo más impactante   es que entre esas dos ganadas se encuentra nada menos que la edición del año pasado de   la Japan Cup, una gran victoria para la que contó con la monta de Ryan Moore. Una monta   que fue excepcional tanto en lo que se refiere a la frecuencia como en el otro sentido de la   palabra. Este año será muy difícil que Ryan Moore le vuelve a montar, pues dadas sus   inequívocas obligaciones contractuales con Coolmore y O'Brien, deberá pilotar a Continuous.   Le hubiese venido a Vela Azul sin duda muy bien, pues la realidad es que después de la   Japan Cup 2022 Vela no ha vuelto a repetir, ni de lejos, el valor que dio entonces. Ni en el   Arima Kinen de diciembre, cuando quedó décimo de 16, ni en sus tres salidas de este año,   en las que ha seguido estando lejos del dinero. .   La diferencia de huso horario entre Madrid y Tokio es de 7 horas. El post time de la   Japan Cup suele ser a las 15:40 hora local, lo que en España corresponderá por tanto a las   8:40 de la mañana. Me imagino que la carrera será retransmitida en directo por alguno de los   canales de suscripción europeos y/o por el de Dubai. En todo caso, siempre se suele poder   ver en diferido por You Tube, sin necesidad de madrugar. Ace Impact ya nos demostró el   pasado octubre en Longchamp que era tan bueno como las mejores impresiones que sobre   él se tenían. Nos queda por ver si con Equinox sucede en la Japan Cup lo mismo, o algo   parecido. Después, la competición entre ellos, y con los demás, continuará en las   yeguadas.  
     
     
                         
                         
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