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lunes 29 abril 2024



- 14/09/23
ARCO 2023 Las preparatorias lo siguen dejando igual de abierto
ACE IMPACT y HUKUM se mantienen como favoritos destacados

por Ramiro Cibrián

Carreras preparatorias del Arco hay, naturalmente, muchas, incluyendo las tres oficiales sobre C&D (Course and Distance) de Longchamp, y también otras. Son preparatorias sobre todo en el sentido de que se celebran solo unas semanas antes de la gran carrera. Lo interesante de las de este año es que en ellas no ha participado ninguno de los dos primeros favoritos en apuestas, pues sus respectivas conexiones han considerado que, después de sus últimos triunfos, sus respectivos patrocinados podían ir directamente a la gran cita parisina. Estoy hablando del tres años francés Ace Impact (Cracksman) y del seis años inglés Hukum (Sea The Stars) . El primero es un potro retrasado, pero muy bueno, que se ha impuesto en sus cinco salidas a la pista, incluyendo el G1 Jockey Club. En su momento esta fue la primera carrera de grupo que Ace Impactcorrió. Está entrenado en Deauville por Jean-Claude Rouget, actual líder de la estadística francesa y ganador del Arco 2020 con Sottsass. Su pupilo es actualmente el claro favorito en apuestas, con cotización de solo 3/1. Tras su victoria de junio en el Jockey Club ha vuelto a correr una vez más, en Deauville, en el G2 para tres años Prix Guillaume d’Ornano. Se impuso en él sin mayor problema, superando a un pelotón de 8 participantes entre los que estaban algunos O’Brien (Al Riffa, de Joseph Patrick fue segundo a tres cuerpos) pero no necesariamente los mejores. A riesgo de mojarme, les diré que el fuerte favoritismo actual de Ace Impact me parece un poco exagerado. No tanto por el prudente itinerario que ha seguido (muy parecido al de Sottsass en su día) sino porque ni por el lado paterno de su pedigree (Cracksman no ha impresionado mucho hasta la fecha como reproductor) ni por el materno (el abuelo, Anabaa Blue, tampoco tiene buenos resultados en la yeguada) veo la calidad suficiente.

  • Caso distinto es el de Hukum, que con cotización de 6/1 me parece mucho más atractivo. Es también un caballo que ha tardado en madurar. Ha corrido 15 veces y ganado 10, pero hasta la primavera de 2022 estaba lejos del nivel G1. El año pasado, tras un invierno discreto en Meydan, batió a Pyledriver en la Coronation Cup en junio, y luego estuvo parado por lesión hasta mayo de 2023. En su regreso a las pistas se impuso primero a Desert Crown (ganador del Derby 2022) sobre los 2000 metros del G3 Brigadier Gerard de Sandown, para después batir por una cabeza a Westover (ganador del Derby Irlandés de 2022) en un King George de muy buen nivel. Está claro que Hukum es ahora un caballo capaz de competir con los mejores, que corre muy bien fresco, y con un pedigree me parece más convincente que el de Ace Impact, pues además de la calidad probada de Sea The Stars, la madre es por Kingmambo, millero excepcional de la familia Niarchos, pero que también da distancia, como lo señala su stamina index de 9,9 furlones (casi 2000 metros), un indicador relacionado con la distancia media de las carreras ganadas por su progenie.

  • Aún con estas dos importantes ausencias, las preparatorias de este año han echado alguna luz sobre lo que podremos ver (y no ver) en Longchamp el domingo 1 de octubre. La preparatoria alemana, el G1 Grosser Preis von Baden, se corrió el pasado día 3 de este mes. Quizás les sorprenda la calificación de esta prueba como preparatoria del Arco, pero la realidad es que en lo que llevamos de siglo ya han sido tres los caballos que se han impuesto en París después de hacerlo allí: Marienbard, Danedream y Torquator Tasso. Es una prueba que se corre desde 1858 pero que desde las décadas finales del siglo XX ha atraído el interés de muchos incursores ingleses y franceses debido, inter alia, a su buena dotación, que este año se elevaba a 400.000 euros. Junto a los grandes jinetes alemanes, desde 1976 figuran en su cuadro de honor muchos de los mejores jockeys que han montado en Europa, incluyendo, por ejemplo, nuestro conocido John Reid, que ganó la prueba en 1978 y 1992. Este año, sin embargo, la carrera estaba un poco descafeinada porque el que posiblemente sea ahora mejor caballo alemán, el tres años Fantastic Moon (Sea The Moon, ganador en julio del Deutches Derby), prefirió dar prioridad al G2 Prix Niel de Longchamp. El único incursor en Baden fue Zagrey(Zarak, 2/5F), un cuatro años entrenado en Deauville por Yann Barberot, que hasta 2022 había ganado solo a nivel de listed, pero que este año había quedado tercero en el Dubai Sheema Classic y segundo de Westover en el Grand Prix de Saint Cloud, ambos de nivel G1. Zarak, su padre, es con diferencia lo mejor que la gran Zarkava ha dado hasta ahora. Con un pilotaje muy profesional y medido de Christophe Soumillon, Zagrey logró en el hipódromo de Iffezheim (así es el nombre del pueblo en el que está ubicado) su primer G1, superando, tras una monta de espera en cola y no sin cierta dificultad (en ninguna parte se facilita el paso a los incursores de los grandes premios) a los competidores alemanes. Segundo, a corta cabeza, fue Mr Hollywood (Iquitos, 9/2), que también había sido segundo de Fantastic Moon en el Deutches Derby dos meses antes. La victoria de Zagrey en Baden es meritoria pero no ha impactado en las apuestas para el Arco, en las que sigue cotizando alrededor de 20/1.

  • La preparatoria del Arco quizás más interesante es el Champion Irlandés, que se corrió el pasado sábado en el hipódromo de Leopardstown de Dublín. Lo es a pesar de ser una carrera que, con respecto al Arco, no es C&D pues, además de no correrse en Longchamp, se disputa sobre 2000 metros. Para los aficionados ya mayores sigue siendo una prueba marcada por la destellante victoria en 1984 del legendario Sadler’s Wells, con Pat Eddery en la silla. Aunque el hijo de Northern Dancer no llegaba a los 2400 metros del Derby o del Arco, llegaba, y de sobra, a los 2000 metros. En Leopardstown ganó con una brillantez que dejaba ya entrever la extraordinaria clase que luego demostraría en la yeguada. La importancia del Champion es que no tiene restricciones ni de edad ni de sexo. Es una carrera para caballos y yeguas de 3 años en adelante, lo que le acerca al Arco en una de sus dimensiones más fundamentales. Su palmarés es también impresionante y en él figuran asimismo tres caballos que en el siglo XXI han hecho doblete con el Arco: Dylan Thomas, Sea The Stars y Golden Horn. Este año uno de los atractivos era volver a ver correr a Auguste Rodin(Deep Impact, 11/4F),un Coolmore que, por lo del padre japonés, tiene ya como reproductor las expectativas más altas. El caso es que esta estrella del patio de Aidan O’Brien llevaba antes del Champion Irlandés una temporada no mala, pero sí irregular, en la que junto con las brillantes victorias en los Derbies de Epsom e Irlanda, estaban dos fallos importantes, uno en las 2000 Guineas y el otro en el King George. Esta vez Auguste Rodin, bien montado por Ryan Moore y bien arropado en una carrera muy táctica por los otros corredores de O’Brien, volvió a dar la de cal, imponiéndose en un largo esprint final por medio cuerpo a su compañero de patio Luxembourg (Camelot, 4/1) y a la sufrida (por la cargada temporada que lleva) y rematadora Nashwa (Frankel, 9/2) que con Hollie Doyle prácticamente empató en la meta por el segundo puesto. Cuarto, pero desmintiendo un poco su condición de cuasi favorito, estuvo el siempre prometedor potro de AMO Racing King Of Steel (Wootton Bassett, 100/30), en un resultado no sin consecuencias, pues ha llevado a la terminación del contrato de monta de Kevin Stott con esta cuadra propiedad del magnate indio Kia Joorabchian. Una prueba, si falta hiciera, de que las decisiones de gestión intempestivas en el mundo del turf no tienen restricciones identitarias. Con ello pasamos ya a las preparatorias oficiales, las celebradas este pasado domingo sobre C&D en Longchamp. Lo interesante de todas ellas es que, en las tres, el G1 Prix Vermeille y los G2 Prix Niel (para tres años) y Prix Foy (pata cuatro en adelante), los favoritos caseros fueron inapelablemente batidos, un hecho del cual los pundits franceses tuvieron que tomar buena nota. La derrota y decepción más dolorosa fue la de Blue Rose Cen (Churchill, 4/5F) en el Vermeille, un G1 abierto desde hace años a potrancas y yeguas de cuatro años en adelante. La estrella de Christopher Head y de la Yeguada Centurión, brillante ganadora este año de la Poule y del Diane, tenía excusas para su mal desempeño en su arriesgada excursión agosteña a los Nassau Stakes de Goodwood (terreno demasiado blando, mal recorrido, falta de experiencia en hipódromos ingleses, etc.) pero el domingo pasado ya no las tenía. La cuestión pura y dura era saber si seguía siendo tan buena como había demostrado hasta junio, pero ahora enfrentándose a congéneres senior y sobre 2400 metros. La respuesta, lamentablemente, no fue positiva. En una carrera corrida bastante a la francesa, es decir, sin mucho tren y con un largo esprint final, pudo ser solamente quinta, a 2 ¼ de cuerpo de la ganadora. No es ninguna tragedia, pero resultó evidente que Blue Rose Cen no es potranca que llegue a los 2400 metros. Sus responsables tendrán que definir su programa futuro tomando en cuenta este dato. Resultó ganadora la Coolmore de Aidan O’Brien Warm Heart (Galileo, 3/1), en un fin de semana en el que el maestro de Ballydoyle logró tres victorias de G1 (esta, más la del dos años Henry Longfellow en los Irish National Stakes y la citada de Auguste Rodin) alcanzando también su triunfo global número 4000. La potranca, bien montada, como en el Yorkshire Oaks, por James Doyle, se impuso por corta cabeza a la francesa de Francis-Henry Graffard Melo Melo (Gleaneagles, 76/10, Mickael Barzalona) que fue rumor en las horas previas y por 1 ¾ de cuerpo a la outsider inglesa Sea Silk Road (Sea The Stars, 31/1), entrenada por William Haggas y montada por Tom Marquand. No hay mal que por bien no venga y como Blue Rose Cen no estaba inscrita en el Arco, su decepción en el Vermeille ahorra a sus responsables los 120.000 euros que habrían tenido que pagar si hubiesen querido suplementarla.

  • En las otras dos preparatorias, el Niel y el Foy, tampoco triunfaron los favoritos en apuestas, pero tampoco lo hicieran grandes outsiders. En el Niel partió muy favorito de cajones, y no sin cierta razón, Feed The Flame (Kingman, 1/2F). Venía de ser cuarto de Ace Impact en el Jockey Club de junio pero, sobre todo, de imponerse el 14 de julio en el Grand Prix de Paris, sobre C&D. Fue batido por 2 ½ por Fantastic Moon (52/10) el cual, montado por René Pichuelek (ganador del Arco 2021 con Torquato Tasso), venía de imponerse en el Deutches Derby y prefirió, acertadamente, correr el Niel en vez del Grosser Preis von Baden. Tercero, a 3 cuerpos, fue el Juddmonte de André Fabre Bravais (Frankel, 14/1), un caballo hasta ahora discreto pero al que hay que mencionar por su origen y, también, porque Fabre no suele tener Arcos malos y es un especialista consumado en que sus caballos den su mejor valor ese día. Feed The Flame cotiza ahora para el Arco alrededor de 9/1, mientras que Fantastic Moon, algo inexplicablemente, está a 16/1, un valor que, comparativamente, parece muy atractivo.

  • En la otra preparatoria oficial, el Prix Foy, también sobre C&D y para caballos y yeguas de cuatro años en adelante, no triunfó ningún incursor sino la segunda favorita, Place du Carrousel (Lope de Vega, 13/5). Se trata de otra Fabre, propiedad, como Trève, de jeques cataríes. Con este triunfo Place du Carrousel eleva a 5 el número de victorias en sus 8 carreras, incluyendo el G1 Prix de l’Opera, disputado en la reunión del Arco del año pasado. La madre es por el buen Duke Of Marmelade, cuyo stamina index es de 10,8 furlones. La favorita derrotada, con cierto sabor agridulce, fue Iresine (Manduro, 1/2F) que hacía su reentrada después de haber ganado el G1 Prix Ganay el pasado 30 de abril. Estuvo a punto de repetir su victoria del año anterior en este Prix Foy. Iba montada por la buena jocketta francesa Marie Velon, una de las mejores. El problema es que sobre Place du Carrousel estaba Mickael Barzalona y este, en un mano a mano final como el que sostuvo con Velon, es difícil de batir. En todo caso las conexiones de Iresine estaban contentas por la buena carrera de su pupila tras cuatro meses de inactividad. Su fuerte remate final fue insuficiente para ganar pero les pareció satisfactorio. Todo lo dicho de André Fabre a propósito de Bravais se aplica aún más si cabe a Place du Carrousel, la cual, de correr, será el 1 de octubre la primera probabilidad del maestro cantiliano. Cotiza a valores de 20-25/1, que parecen altos, mientras que para Iresine no aparecen cotizaciones, posiblemente por no estar inscrita.

  • De lejos, la nota más agridulce de la reunión fue sin duda la del G3 Prix du Petit Couvert, que es el esprint sobre 1000 metros preparatorio para el G1 Prix de l’Abbaye de Longchamp. Fue dulce porque se impuso brillantemente el 7 años de Mauri Delcher Coeur De Pierre (Zanzibari, 17/5). La parte agria vino de la ausencia en el paddock, y luego en el podio de ganadores, del propio Mauri. Supimos que se debió a estar hospitalizado a causa de un problema de salud importante, del que, afortunadamente, tiene buenas perspectivas de recuperación. En nombre de todos los aficionados españoles, y de los profesionales también, le envío desde estas líneas un fuerte abrazo y nuestros mejores deseos de una pronta y plena recuperación. Aunque solo sea en la condición compartida de espectadores nos gustaría mucho verle personalmente en Longchamp el día del Arco.










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