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jueves 18 abril 2024



- 28/11/22
COPA JAPÓN 2022
Se mantiene la tradición, el japonés Vela Azul gana y gran monta de Ryan Moore

por Ramiro Cibrián

Si desde 2005 (año de la última victoria europea, cortesía de Alkaseer, Frankie Dettori y Luca Cumani) hay una tradición razonablemente asentada en la Japan Cup, es la que dice que la gana un caballo japonés montado por un gran jinete europeo. Y esa es precisamente la tradición que se ha mantenido este año. Bien mirado, el que la gane uno de los grandes jockeys europeos no es, a fin de cuentas, tan inexplicable. Da la impresión de que propietarios y entrenadores japoneses están convencidos de la superioridad de los jockeys europeos y no dudan en confiarles, sobre todo para esta cita, a sus mejores caballos. Con un tope de 18 participantes, ocurría este año que de los 7 caballos más jugados en apuestas 5 estaban montados por europeos, cifra que se puede aumentar a 6 si europeizamos al australiano Damian Lane, jinete del cinco años Weltreisende (Dream Journey, 17/2) que partió cuarto favorito.

   Foto: The Japan Time

  • Los contingentes participantes, tanto el japonés como el de caballos extranjeros, tenían en común el ser bastante discretos, o al menos eso de desprendía de los resultados obtenidos en las pistas, incluidos en meses recientes. La tradición marcó las cotizaciones y así de cajones salieron como primeros favoritos el cuatro años Shahryar (Deep Impact, 12/5F), con Cristian Demuro en la silla, seguido por el tres años Danon Beluga (Heart’s Cry, 16/5), con el japonés Yuga Kawada y tras ellos dos el también cuatro años japonés Vela Azul (Eishin Flash, 7/2) con el as británico Ryan Moore. Sobre un terreno que oficialmente estaba de bueno a firme, la carrera fue conducida desde la salida hasta la recta final por auténticos outsiders, es decir, por japoneses montados por japoneses, que impusieron un buen ritmo: el tiempo del ganador fue de 2:23:7, solamente 7 décimas más que el récord de la prueba establecido por Almond Eye hace dos años. Aunque los caballos europeos se beneficiaron en el sorteo de buenos cajones de salida (en este hipódromo y para esta prueba, apenas importantes) el único europeo que viajó durante el recorrido en una buena posición cerca de la cabeza fue Simca Mille (Tamayuz, 41/1), lo que llegada la recta final ni a él ni a los outsiders que le precedían les serviría de mucho (Simca Mille quedó quinceavo).

  • La recta final de Tokio, con sus casi 600 metros, no es demasiado larga, pero sí fue esta vez lo suficientemente para dilucidar una carrera que se había corrido hasta entonces a buen tren. Cuando llegó la hora de la verdad, las intuiciones de la cátedra quedaron confirmadas porque fueron los más favoritos en apuestas, todos ellos entrenados en Japón, los únicos que respondieron presente. En un primer momento pareció que Danon Beluga podría imponerse, pero a 200 metros de la llegada se quedó sin gas y fue superado por Shahryar y Weltreisender, los dos caballos de la prestigiosa yeguada Sunday Racing (tiene chaquetilla negra con cruz de San Andrés roja y mangas con tiras negras y amarillas). Quizás algo inhabitual le ocurrió a Danon Beluga pues, tras ser superado su jinete hizo un extraño a cincuenta metros de la meta, lo que le hizo perder también el cuarto puesto. Lo importante fue que en la parte final del esprint Ryan Moore, que había tenido con Vela Azul un recorrido bastante encerrado, cerca de los palos y hacia el centro del pelotón, encontró huecos para pasar y con potente aceleración fue capaz de meterlo entre los dos Sunday Racing, sobrepasarles y mantener su dinámica ganadora hasta al poste, al que llegó con ¾ de cuerpo sobre Shahryar, que a su vez se impuso por una cabeza a Weltreisende. Cuarta fue la yegua Daring Tract (Epiphaneia, 12/1), ganadora del Oaks japonés en 2020, y que tuvo esta vez a Tom Marquand en la silla. En resumen, los cinco primeros fueron caballos japoneses, con los cuatro primeros pilotados por jinetes occidentales. Es un poco deprimente para los jockeys japoneses, pero si algo ha demostrado esta Japan Cup de 2022 es que, en ausencia de cracks, la fórmula caballo japonés con jockey occidental es la que funciona.

  • Los primeros caballos extranjeros fueron los franceses Grand Glory (Olympic Glory, 56/1) con Maxime Guyon y Onesto (Frankel, 123/10) con Christophe Patrice Lemaire. Quedaron sexto y sétimo respectivamente, pero lejos de los primeros y sin participar en ningún momento en el esprint decisivo. Por una vez la cátedra acertó ya que, con alguna variación menor, los cuatro que se disputaron la victoria eran los cuatro primeros favoritos ex ante. De Ryan Moore, el primer jinete de Coolmore y Aidan O’Brien, no vamos a descubrir ahora nada. Es un excelente profesional, tiene un magnífico sentido táctico para posicionarse durante el recorrido y en los metros finales sigue empujando a sus montas como el mejor. Es lo que hizo en esta ocasión y su monta, acompañada con algo de fortuna para poder pasar bien en el esprint, se realza en contraposición con la de Cristian Demuro sobre Shahryar, que también fue buena, pero no tan buena. Ambos hicieron montas de espera, pero mientras que Ryan Moore posicionó a Vela Azul hacia el centro del pelotón y cerca de los palos, fiando a su habilidad y suerte el poder pasar al final, Demuro prefirió no correr riesgos e hizo la carrera con Shahryar en la cola y empezó a pasar por fuera mediada la segunda y última curva. Al tener que adelantar en cuarto o quinto espesor, esto obliga a hacer bastantes más metros que los caballos que van cerca de los palos. Si tienes un caballo muy superior, la estrategia funciona. Lo hemos visto hacerlo muchas veces en La Zarzuela, incluyendo a Vaclav Janacek este otoño con White King y Samedi Rien, si mi memoria no me falla. Pero si tienes caballos de valor parecido, el que hace la curva cerca de los palos y consigue pasar llega a los cien metros finales con ventaja. Y eso fue lo que pasó. Nada que objetar de fondo a Cristian Demuro, pues hasta consiguió batir a su compañero de escudería Weltreisende, que también había hecho una carrera por el interior, más cerca de la cabeza que Vela Azul. Pero esta vez Ryan Moore fue el mejor.

  • Lamentablemente, el único registro español que podemos hacer esta vez es el del bonito nombre del ganador, pero solo del nombre. El caballo es enteramente japonés. Su padre, Eishin Flash, fue un buen medio-fondista, con una producción en la yeguada que hasta ahora no llegaba ni a discreta. Es hijo de King’s Best, al que recordamos sobre todo por Workforce, ganador del doblete Derby-Arco, para muchos el más importante. La madre, y de ahí el nombre, es la también japonesa Vela Blanca, nieta de Sunday Silence, un magnífico caballo norteamericano, ganador en 1989 del Derby de Kentucky y del Preakness y que luego ejerció sus tareas de semental en Japón, en cuya cría ha dejado una huella indeleble a través de su hijo Deep Impact, el cual, para entendernos rápidamente y simplificando un poco, ha sido en Japón lo que Galileo en Europa. Quiero decir, en resumen, que con independencia del bonito nombre Vela Azul tiene un buen pedigree, sobre todo por el lado materno. A diferencia de Shahryar había corrido tarde y muy poco. Antes de la Japan Cup tenía solamente cuatro carreras, de las que solo había ganado un G2 el pasado 10 de octubre en Kyoto, batiendo a muy poca cosa (a Boccherini (King Kamehameha), que quedó décimo-séptimo este pasado domingo).

  • No creo, para terminar, que esta edición de la Japan Cup, la cuadragésima segunda, sea de las que hagan época. Además de la fórmula actualmente exitosa se confirma, si necesidad había, que para batir hoy en día a los caballos japoneses en la Japan Cup hace falta un plantel europeo con mejores productos que los que este año participaron. Desde Alkaseer en 2005, la única vez que hemos estado cerca de la victoria fue precisamente al año siguiente, con la muy buena (y trotamundos) Ouija Board, que quedó tercera, llevada también por Dettori. Aquella edición, la de 2006, sí que hizo época, porque el ganador fue precisamente Deep Impact, con Yutaka Take en la silla. Desde entonces los caballos europeos no han pasado del quinto puesto. Hay que tomar buena nota, si se quiere volver a subir al podio. Este año nos queda aún, dentro de dos semanas, la gran reunión de Hong Kong, con varias carreras de grupo, incluyendo los prestigiosos Vase y Copa. Si seguimos teniendo ánimo y medios para registrarla, se la comentaré encantado

    Video de la carrera










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