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jueves 28 marzo 2024



- 29/11/21
Japan Cup: El favorito Contrail (Deep Impact) se impone brillantemente en su despedida
Con esta victoria concluye su temporada a 4 años para ejercer de semental

por Ramiro Cibrián

La Japan Cup es una de las carreras japonesas más importantes, sobre todo desde el punto de vista internacional, por las facilidades que da para la participación extranjera, incluyendo a través de subvenciones para los costosos desplazamientos. Se suele celebrar el último domingo de noviembre, muy al final de la temporada japonesa, pero no al final del todo, pues aún queda el Arima Kinen (literalmente, el Gran Premio) que se corre no en Tokio, como la Japan Cup, sino en el hipódromo de Nayakama el último domingo de diciembre. Esa sí es realmente la gran prueba nipona que cierra la temporada.

 Contrail por Deep Impact Foto:

  • La dimensión internacional de la Japan Cup, que este año celebraba su cuadragésimo primera edición, se puso muy de manifiesto durante sus primeros años. Las dos primeras ediciones las ganaron caballos entrenados en los EEUU, y la tercera, una yegua irlandesa, hoy poco conocida, con nombre de Stanerra (Guillaume Tell) . En las 11 primeras ediciones los caballos entrenados en Japón se impusieron solamente en 1984 y 1985. Pero como consecuencia, entre otros factores, del enorme progreso experimentado por la cría japonesa en las últimas décadas, la imagen de los ganadores en años recientes es muy distinta. Hay que remontarse hasta 2005 para encontrar el triunfo de un incursor extranjero, en la ocurrencia el excelente Alkaased (Kingmambo) , entrenado por Luca Cumani y montado por Frankie Dettori. Una combinación de lujo. Ahora, en el total de sus 41 ediciones, los caballos entrenados en Japón han ganado 27 veces, incluyendo las 16 últimas. La estadística de jockeys es mejor para los foráneos, pues bastantes victorias de caballos japoneses se han producido con jockeys foráneos en la silla, algunos de ellos muy afincados en Japón, como es el caso ahora de Christophe Patrice Lemaire, y como lo fue en su día el de Olivier Peslier. De hecho, son 10 las veces en que los caballos japoneses ganadores han sido montados por jockeys no nipones, europeos en la gran mayoría de los casos. El récord de victorias en la prueba lo ostenta no obstante el famoso Yutaka Take, con 4, seguido por Dettori, Yasunari Iwata y Lemaire, con tres cada uno.Ese es el contexto histórico en el que se celebraba la edición de este año.

  • Tenía un claro favorito casero en Contrail (Deep Impact) , el cual, para los que se nos haya olvidado, había sido en 2020 el caballo del año en Japón. Aunque en la Japan Cup de ese año fue batido por una nariz por la magnífica Almond Eye (Lord Kanaloa) , esta prueba era su gran objetivo, y en la práctica el único, del 2021. Contrail venía de ser batido en las otras dos únicas carreras que corrió en 2021 (fue, respectivamente, tercero y segundo) pero estaba claro para todo el mundo que se trataba solo de carreras de preparación. Por lo menos así de claro lo tenían los bookies y apostantes, pues partió de cajones con una pobre cotización de 3/5. A Almond Eye, su verdugo el año anterior, la habíamos visto imponerse con gran facilidad en 2019 sobre los 1800 metros de la Dubai Turf. Pero tras aquella espectacular victoria sus responsables decidieron, sin explicar demasiado las razones, que ya no volvería a correr fuera de Japón, donde siguió cosechando éxitos.

  • La representación extranjera estaba este año limitada a tres representantes europeos. Los norteamericanos, visto como les suelen ir las cosas frente a los europeos en la Breeders’ Cup Turf, hace tiempo que han perdido interés en la Japan Cup. Solían estar más presentes antes. Entre 1981 y 1991 la ganaron 4 veces, incluyendo las dos primeras ediciones. Y en cierta medida, lo mismo puede estar sucediendo en los patios europeos. Su representación este año era digna, sin más. Tanto los dos irlandeses que tomaron parte, Broome (Australia) y Japan (Galileo) , así como la francesa Grand Glory (Olympic Glory) , eran ganadores a nivel G1, pero no están, por lo menos ahora mismo, entre la élite más selecta del turf europeo. Ambos irlandeses están entrenados por Aidan O’Brien y son parcialmente propiedad del japonés Matsaaki Matsushima, lo que explica su participación. Venían de ser respectivamente segundo y cuarto en la Breeders’ Cup Turf de Del Mar a principios de mes, por lo que se podía asumir que podrían correr bien en Tokio. Grand Glory, había tenido por su parte un muy buen final de temporada europea, ganando en Deauville el G1 Prix Jean Romanet, y siendo segunda de Rougir (Territories) en el Prix de l’Opera, en la reunión del Arco. Su participación se explicaba por el objetivo de confirmar su valor, pues saldrá a la venta en los próximos días en una de las subastas de Arqana.

  • La carrera fue interesante, con 18 participantes, que es la cifra máxima admitida en esta carrera. La ganó, y de forma incontrovertible, el favorito Contrail, entrenado y montado por los japoneses Yoshito Yahagi y Yuichi Fukunaga. Salió bien de cajones, estuvo siempre bien colocado cerca de los de cabeza, y al llegar la recta final sentenció, sin que pudiese haber ninguna duda al respecto. Hay que tomar buena nota de Yoshito Yahagi que es el preparador que entrenó a dos ganadoras en la última reunión de la Breeders’ Cup, siendo el primer japonés que lo consigue. Segundo fue Authority (Orfevre, 61/10), montado por Lemaire y múltiple ganador de G2. Y tercero, el también japonés y segundo favorito Shahryar (Deep Impact, 27/10) quien, entre otras cosas, había ganado el Derby de Japón de este año. Una prueba de la importancia que la Japan Cup ha adquirido en el turf japonés la pone de manifiesto el hecho de que en la edición de este año participasen ganadores de 4 derbys del país. Estaba por lo demás anunciado que esta sería la última carrera de Contrail, así que no se pudo despedir de las pistas de forma más brillante. En el palmarés de la Japan Cup une su nombre a los de los mejores caballos de Japón, incluyendo sobre todo al de su progenitor, Deep Impact, que ha sido en la cría japonesa el equivalente de Galileo en la europea. Y también a los nombres de la citada Almond Eye, de Epiphaneia, Gentildonna, Falbrav, El Condor Pasa, Pildsuski, Singspiel y Lando entre otros ilustres, muchos de los cuales han confirmado luego su clase en la yeguada. Son muy buenos auspicios.

  • Los representantes europeos corrieron discretamente. La mejor fue Grand Glory, quien quizás estimulada por la conveniencia de confirmar su clase justo antes de su subasta, quedo en un digno quinto puesto. Está entrenada por Gianluca Bietolini y fue montada por su jockey habitual, Cristian Demuro. A los irlandeses no les fue tan bien, en una carrera de las internacionales importantes que es de las pocas que aún no ha ganado Aidan O’Brien. Broome, con Ryan Moore en la silla, tenían un excelente cajón de salida, el 3, pero no partió nada bien, fue siempre demasiado detrás en el pelotón, y quedó onceavo. Japan, con la estrella local Yutaka Take en la grupa, tuvo el peor cajón de salida, el 18 y, sin figurar tampoco durante el recorrido, remató algo, para quedar al final octavo.

  • Los caballos japoneses no han ganado aún el Arco (aunque han sido segundos en tres ocasiones) pero no hay duda de que la Japan Cup, creada hace cuarenta años con genuina vocación internacional, es cada vez más un asunto exclusivamente doméstico. Cada vez se imponen con mayor contundencia a representantes europeos que, un año más, no pudieron pasar de un papel discreto frente a una élite japonesa en plenitud de forma.










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