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jueves 28 marzo 2024



Australia - 09/03/04
LONHRO, CAMPEONANDO
Pese a sufrir un incidente en los metros finales, lograba el décimo G1 de su historial

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Por CFGD

LONHRO se impuso en el G1 Australian CupLa emoción reinaba en Flemington este lunes cuando LONHRO se imponía en el G1 Australian Cup, ante 17.412 espectadores, muchos de los cuales portaban algún distintivo de color cereza -ya de los que distribuían a la entrada del recinto, ya de cualquier otra naturaleza, casera o no-, que cada cual había improvisado, con objeto de dar la bienvenida al campeón. Una bienvenida que, como se conocía después, era en realidad la despedida del hijo de Octagonal de los hipódromos de Melbourne.

  • El turf es una actividad para gente de formación férrea porque nunca hay nada decidido de antemano y hasta lo más evidente puede complicarse, resultando justo lo contrario de lo previsto. Férrea pues ha de ser la formación del individuo anónimo que, nada más abrirse las apuestas sobre esta carrera, invertía la nada baladí suma de un millón de dólares australianos a la victoria de LONHRO que, de producirse, habría de reportarle 1.550.000 del ala. Parece que el ciudadano ha conservado la LONHRO en reñida luchavida pues nada se ha sabido en sentido contrario, aunque motivos no le faltaban para que sus cabellos encanecieran de golpe cuando, a falta de 300 metros, LONHRO se encontraba bloqueado, quedando su victoria tan comprometida que la generalidad de los espectadores la daban por imposible. Pero un campeón lo es por algo, no sólo por ganar con facilidad sus compromisos, sino por estar especialmente dotado de resortes únicos que le ayudan a superar circunstancias adversas.

  • El recorrido había sido completamente normal hasta llegar a 300 metros de la meta, con PHYSIQUE liderando a buen paso el lote de diez caballos –por retirada a última hora de NATURAL BLITZ- y LONHRO colocado siempre en cuarto lugar por los palos. Llegada la hora de la verdad, el conductor cede –cansado- y es MUMMIFY el que toma con energía el mando, encimado por la yegua SOUND ACTION que le ataca por su exterior. Cincuenta metros después, Beadman –sobre LONHRO- aprecia un mínimo hueco entre ambos y trata de entrar por él pero, de inmediato, el exiguo sitio se cierra completamente y Beadman se ve obligado a frenar en seco a LONHRO hasta dejarle a la grupa de la yegua que va a todo lo que puede dar, mostrándose incapaz de acelerar más, llevándose tras ella a LONHRO, a menor ritmo del que Beadman quisiera. Ello le obliga aLONHRO inicia el ataque final abrir al campeón algunos metros por fuera de la yegua, perdiendo un par de cuerpos y debiendo reequilibrar al caballo para iniciar de nuevo el ataque final, con la meta ya bien cerca. Mientras tales maniobras realiza Beadman, Seven King, jockey de DELZAO, demostrando no chuparse el dedo, se da cuenta del grave problema en que está inmerso el campeón y aprovecha para exigir a tope a su montura y pasar al frente, sacando a los implicados tres cuerpos de ventaja, perfilándose por tanto como casi seguro triunfador de la Australian Cup 2004. Parecía imposible para LONHRO abrirse, equilibrarse y revolucionar el motor de vuelta lo necesario como para disputar al tres años la victoria en su última aparición pública en Melbourne. Pero los superlativos no hacen justicia a un caballo como este que, traído solo con las manos por Beadman, en zancadas enormes y velocísimas, recupera terreno a ojos vistas, e inverosímil e improbablemente, da alcance a DELZAO, a 20 metros del poste, batiéndole por una cabeza, logrando el tercer G1 consecutivo de la temporada y el décimo de su carrera. Tercero, a dos cuerpos y cuarto, el otro tres años de la carrera, ELVSTROEM

  • La sangre del anónimo apostante debió volver a licuarse en sus venas mientras la multitud aclamaba a LONHRO que emulaba a su padre, Octagonal, siete años después, en esta misma carrera, poniendo una bola en la garganta que impedía el habla a los componentes del entorno del negrillo, presente entre ellos el espíritu del recientemente desaparecido Jack Ingham, propietario que fuera del pronto semental. Más tarde, el entrenador Hawkes declararía que no había sido la mejor monta que había visto realizar a Beadman –éste reclamaba las críticas hacia él, no contra el caballo-, al tiempo que comunicaba que su última carrera sería en Sydney, el 17 de abril, en el G1 Queen Elizabeth Stakes, sobre 2000 metros, sin que pudiera informar hasta no comprobar cómo recuperaba el caballo, si sería necesario darle una carrera intermedia que, en caso positivo, sería el G1 George Ryder Stakes, sobre 1500 metros, en Rosehill.

  • Poco más que añadir, hay animales que ahorran las palabras. Tan sólo señalar que los observadores consideraban más espectacular la victoria de LONHRO que la de su padre Octagonal, al tiempo que creían que había podido servir para que los últimos detractores de LONHRO que quedaban, tiraran la toalla, reconociéndole su condición de campeón. La experiencia nos impide asombrarnos de que un animal que ha ganado 25 carreras –diez de Grupo 1-, colocándose en cuatro sobre 33 salidas y obteniendo para su propietario AU$ 5.300.000, sea criticado. La envidia, uno de los vicios más comunes del ser humano, no conoce de distancias ni fronteras. Es universal.

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