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jueves 28 marzo 2024



- 11/11/03
CARTA ABIERTA A UN TARDÍO AFICIONADO AMERICANO
Análisis en perspectiva de ARCO y BREEDERS' CUP 2003

Por César A. Guedeja-Marrón de Onis

Mi dilecto amigo: No ha sido poca la sorpresa con que me he desayunado hace pocos días cuando leí tu correo electrónico anunciando la buena nueva de tu afición repentina, increíblemente apoyada por tu cónyuge, a las carreras de caballos.

  • Ciertamente, en la cincuentena bien avanzada y notablemente provecta, eso es como regresar a la adolescencia e incluso a la más tierna infancia y me llego a preguntar si no será en tu caso una manifestación de senilidad pues ya sabes que en algo se parecen los niños y los ancianos. Pero la sorpresa ha dejado paso a mi oculta vocación docente y, sobre todo, a evitar que caigas en errores propios del entorno imperial en que vives. A saber, la California conservadora, retrógrada y firmemente creyente de que todo lo mejor, incluidas las carreras, está o allí o en cualquier otro Estado de la Unión. O no existe. Y de eso nada, monada. Ejemplo: El week end del Arco de Triunfo que se celebra, esa es la palabra correcta, todos los primeros sábado y domingo de octubre y que me propongo tocar a vuelapluma para ilustrarte e informarte cumplidamente pues no desconozco que tuviste la suerte de poder asistir a las carreras que componen la Breeders’ Cup, un invento del diablo, en esencia, por la distorsión que han introducido en el programa mundial de los grandes caballos, pero, al tiempo, un innegable espectáculo “en las circunstancias nada selectivas en que allá se corre”. Porque hay muchos y buenos caballos que, por meros intereses económicos, singularmente para la cría allá en USA, evitan la fortísima, la máxima y exigente confrontación del Arco y otras competiciones tremendas para competir en pistas llanas, extremo este más importante que Gento, y con la autorización para que los caballos lleven en su cuerpo serrano algunas “ayudas “ (no doping en sentido estricto, pero sí en una consideración purista del asunto) paliativas de problemas físicos, singularmente para los caballos sangradores, por el uso del lasix, punto este de mayor entidad que el rostro de cualquier político.

  • De este modo, no es extraño que uno de los mejores caballos de los últimos años, Sulamani (Hernando), segundo del Arco 2002, haya emigrado a USA... porque sangra. Y eso contamina la competición. Para nadie es un secreto, salvo tal vez para un neófito como tú, que la selección verdadera, la prueba auténtica es correr y vencer en pistas irregulares, con subidas y bajadas de montaña rusa en algún caso que los caballos han de superar con clase y corazón y en las que, no debe ser desconocido el dato, se exige no ya potencia sino calidad y mente para ser capaz de acelerar de finales. Eso es lo que delimita las cosas. A un lado los verdaderamente mejores, a otro los “comercialmente” llevados en palmitas. Más claro. Sulamani ganó el Jockey Club de Chantilly (2.400 metros, el “Derby” francés) en junio de 2002. Bien. Todo lo que pueda ganar ahora en USA es filfa al lado de esa prueba y del modo en que lo hizo.

  • Pero no creas que te estoy echando un jarro de agua fría. No. Tan simple no soy. Lo que me ocurre es que, como D. Pío Baroja, soy enemigo de la mixtificación y me gusta lo fetén. Ello no ignora que la reunión de la Breeders’ Cup es un escaparate de los mejores caballos americanos y algún excelente europeo. De pasada hay que decir que los entrenados en USA ni se asoman por Europa, salvo bajo el manto del fracaso constante (cosa que no ocurre con alemanes, italianos, australianos...), quizá porque el correr siempre sobre terreno liso y sobre “dirt” nada tienen que hacer por acá y sin que eso implique contradicción con el hecho de que muchos de los mejores caballos de cada año sean nacidos y criados en USA, normalmente en Kentucky, siempre que sean llevados muy pronto a Europa.

  • Ocurre, sin embargo, que la distorsión se hace más patente cada año. Antes resultaba razonablemente posible que un partant del Arco fuese a la Breeders’. Ahora ya se me antoja una aventura. Porque se corre unas tres semanas después tan solo. Hablo de la prueba sobre 2.400 metros turf. Como en el chiste, de las de arena, ni hablamos.

  • El Arco 2003, querido Zuri, ha resultado el espectáculo de siempre. Con las ausencias forzadas en parte por la dotación inmensa de la Breeders’, singularmente la del ganador del Irish Derby (sin perjuicio de que convenga que sepas que Derby no haya más que uno, el de Epsom), Alamshar (Key of Luck), “cubierta” por su compañero de colores y favorito Dalakhani (Darshaan), y con las que uno llama “de amagar y no dar”, es decir, animales sin probabilidad real, solo eché en falta realmente al que yo estimo mejor caballo de Europa (o sea, del mundo, Zuri), Falbrav (Fairy King), esforzado competidor, admirable “fighter” que supera hasta la mala suerte, los incidentes de carrera, la incompetencia de Comisarios y la Armada Invencible si falta hace. Aún con todas la rémoras de no gustarle el terreno blando, no “tener” realmente los metros clásicos (2.400, Zuri) y haber cambiado de país (de Italia a Inglaterra), de jockey y de preparación , tiene un palmarés de muerte, impropio de estos tiempos: Japan Cup, Ispahan , Eclipse, Champion irlandés (yo se lo adjudico porque High Chaparral debió ser distanciado), Queen Elizabeth II, machacando a Russian Rythm SOBRE LA MILLA, llegando a disputar fuera de distancia y en terreno no favorable el Arco 2002... Si hubiese corrido el pasado 5 de octubre, este su escriba le habría jugado unos generosos machacantes, a sabiendas de sus problemas. Pero... es otro de los que pretendía “hacer caja” en Santa Anita.

  • Henos aquí llegados al caso Dalakhani como faro principal pre-carrera, favorito total. Y como luz cegadora para incautos, después de la prueba. Porque fue el ganador frente a una tímida oposición , que se reveló de calidad media insuficiente, en opinión de este escriba, compuesta por el mencionado High Chaparral (Sadler’s Wells), Dai Jing (Peintre Celebre), un potro de tres años entrenado en Alemania, muy frío y de valor presuntamente inferior, Ange Gabriel (Kaldouneeves), de impecable trayectoria como “viejo” y particularmente en este año, al que la pista pegajosa (terreno collant, holding) no favorecía, Doyen (S. Wells) y hasta Mubtaker (Silver Hawk). Más adelante evaluaremos la carrera en perspectiva.

  • Hubo otras cosas apasionantes durante el meeting. Por ejemplo, a mí me pareció excelente el Prix de l’Abbaye de Longchamp, grupo 1 de sprinters, en el que los mil metros nos desvelaron un ganador sorpresa, procedente de los duros handicaps de velocidad ingleses, Patavellian (Machiavellian), indemne del pequeño partido de polo que se jugó al principio de la carrera. Y eso que no participó, a causa del estado del terreno, el gran Oasis Dream (Green Desert), un asesino velocista de “mi” cuadra, la de Khaled Abdullah, que parece Ronaldo cuando se encamina con el balón a la portería: una manada de búfalos al menos. Pero... es otro de los que pretendía “hacer caja” en Santa Anita. También el Opera nos dejó espectáculo del bueno con una protegida de Stoute (el mejor entrenador del mundo en estos momentos, quizá junto al francés Fabre) de nombre precioso, Zee Zee Top (Zafonic ) y excelente origen materno (Colorspin por High Top), medio hermana de Opera House, que plantó una punta de velocidad victoriosa, con Fallon desencadenado sobre ella, frente a Yesterday (S. Wells), mal montada por Kinane, y la gran preferida de los apostantes, Bright Sky (Wolfhound) . Un 16 a 1 del mago británico que no suele “bajar” a París a ver el tiempo que hace solamente.

  • Y también un Marcel Boussac para las potrillas de dos años, grupo 1 sobre una milla, que nos confirma la muy buena calidad de Denébola (Storm Cat), también nacida en la púrpura, pues es hija de una hija de Coup de Genie. Niarchos puro con triunfo de Lemaire, un prometedor jockey al que se le confió la probabilidad antes que al virtual titular de las montas del entrenador Pascal Bary, Thierry Tulliez. Batió a una presunta clásica, Green Noon (Green Tune) y a Tulipe Royale (Java Gold), dos buenas candidatas a laureadas del 2004.

  • El Gran Criterium no estuvo mal. Pero ya es una prueba no prestigiada porque se disputa sobre 1.400 metros y ha perdido predicamento frente al nuevo Criterium Internacional. No obstante, hay que reseñar la fácil victoria, que repetiría en el Racing Post Trophy, de American Post (Bering), bajo la experta conducción de Hughes, otorgando otro grupo uno más esta temporada a “mis” colores, los verde, blanco y rosa, de K. Abdullah. Aproximadamente 16 ha ganado cuando esto se escribe, no solo más que ninguna cuadra sino más que nunca nadie, en varios países, incluyendo el Belmont, carrera que forma parte de la triple corona U.S.A. Un emporio de cría de gran categoría pues no compra productos a otros sino que los que salen a la pista de cualquier sitio con sus colores, son producción propia. Y hablamos del dueño de Dancing Brave, uno de los mejores ejemplares del siglo XX. En 2003 ha disfrutado de las hazañas de Nebraska Tornado (Storm Cat), Tillerman o Spanish Sun entre otros...

  • Pero volvamos al Arco. La carrera no tuvo gran historia. Ya ha sido glosada en los medios de comunicación de todo el mundo y solo me detendré en el comportamiento del tordo ganador al comienzo de la recta de la verdad. Porque ahí sí que hizo gala de una aceleración de mucha calidad, dejando casi en pose de estatua a la mayor parte de sus rivales, incluido un disminuido High Chaparral que, a mi ver, corre en baja respecto de su prestación del año 2002. Pero no fue igual su respuesta al aproximarse y luchar con el relativamente sorprendente Mubtaker (Silver Hawk y Gazayil por Irish River), un representante de Hamdan Al Maktoum que se empecinó en la resistencia, vencida a la postre por la entrega de Dalakhani, que corre con las orejas siempre tendidas, dando todo lo que se precisa. En este caso, lo que le pidió el joven Soumillon, cumpliendo el sueño de ganar su primer Arco.

  • Una valoración global de la carrera ofrece conclusiones no muy alentadoras. Con todos los respetos hacia opiniones contrarias, y todavía más para el ganador, un Aga Khan de los que a mí me gustan, pequeño más bien y nada pesado, flexible y con bonita expresión, no me parece que el Arco 2003 haya sido de los mejores de los últimos tiempos. Quizá peor, uno se moja, que el anterior, el de Marienbard (Caerleon). En efecto, en términos absolutos, el hijo de Darshaan es un buen caballo... que no batió a gran cosa pues, como ya dijimos, High Chaparral (Sadler’s Wells) corre sin la chispa habitual, que no es tampoco de las de hacer Historia, el tiempo de carrera no se sale de lo normalito y tan solo Doyen (también Sadler’s Wells, toma nota Zuri), perjudicado por el estado del terreno, muy pegajoso para su punta de velocidad, parece tener perspectivas halagüeñas para el año próximo. Seguramente más que Mubtaker. Que Vinnie Roe (Definite Article) esté en la llegada es muy significativo en época de especialización. Es un claro fondista que se permite llegar en el dinero. Lo que, lisa y llanamente, no dice maravillas a favor de la calidad de la gran prueba de octubre.

  • Dijimos que el laureado es un buen caballo. Pues bien, mi querido nuevo aficionado, esa expresión, entre gente avezada en el turf no entraña ditirambos. Así es. Un gran crack es, por definición, un buen caballo. Pero jamás lo mencionaremos con esa expresión. Diremos que era un fenómeno, el no va más o cualquier cosa que entrañe el máximo elogio. Eso sí , por mi parte, la palabra crack está proscrita y ni en presencia de mi abogado la usaré debido al temor reverencial que le atribuyo pues soy de los convencidos que creen que tan solo ha habido dos o tres en la Historia de las carreras que realmente merecieran el apelativo. Del mismo modo, Zuri, para que tu obtusa mente lo comprenda, se tiende a calificar de crack a Ronaldo, el del Real Madrid (no juega en el Ath. de Bilbao), Y NO LO ES. Quizá Pelé y Maradona. Se acerca Zidane pero... Y paremos de contar. Igual pasa en el turf. ¿Comprendido?

    Y LA BREEDERS’ CUP

    Nunca oculté mi oposición a la supuesta selectividad de las pruebas que organizan los criadores americanos, como el nombre del evento parece indicar, por razones que sería plomizo repetir. Sobra con decir que representan una alteración en el programa y nos privan de contemplar el esfuerzo de los grandes caballos, hurtando su presencia en demasiadas ocasiones a las clásicas europeas e, incluso, americanas. Caso Falbrav. Este hijo de Fairy King y una hija de Slewpy, con un pedigree “copiado” del de Helissio (Arco), ha superado al modelo en mi opinión con la salvedad de que el italiano (entrenado allá en principio y de propiedad transalpina habría que decir) tiene menos aliento que el que fuera propiedad del extinto y letal para el turf hispano E. Sarasola. Y es muy arriesgado SIEMPRE sacar de distancia a un ejemplar. Falbrav tuvo mala suerte en la Breeders’ Turf con tres curvas pero afirmo sin ambages que si le hubieran corrido en 2.000 metros ni se le acercan en este año del Señor. Porque es machacón, corajudo y se crece al castigo como un Victorino que se precie. Lo que no quita para que la carrera fuese divertidísima, adornada además por una excelente monta en mi opinión, del jockey del USA Johar, A. Solís, que le llevó a empatar (situación extraordinaria) con High Chaparral, recuperado este de su sosa actuación en Longchamp, mostrando carácter, dureza y corazón bajo la férula del duro Kinane. También Holland hizo lo correcto sobre el hijo de Fairy King. Pero la distancia, sin duda, le hizo sucumbir. Aún así, por tan solo una cabeza... Por su parte, Sulamani (Hernando), más arriba citado, y Bright Sky corrieron mal.

  • En el primer caso las cosas se explican por una deficiente orientación de su temporada quizá derivada de problemas físicos. Sea como fuere, no debe correr así un portador de los colores Godolphin. El caso de la hija de Wolfhound es muy claro, perfectamente predecible antes de la carrera. No se debe correr a poco de haber disputado, el día del Arco, una prueba de grupo 1 de tanta exigencia como el Prix de l’Opèra sobre 2.000 metros para más inri, a diferencia de los 2.400 que exige recorrer la Breeders’ Turf

  • Como ves, compañero y sin embargo amigo (tal y como decía el periodista Alfonso Sánchez, que recordarás, tan extinto como Sarasola pero mucho más positivo para las carreras españolas, en trance de reanudarse en Madrid, por cierto), los europeos estuvieron a la altura... sin la presencia de Alamshar (al que, sacado de su distancia, le han obligado casi a hacer el indio en el Champion Stakes de Newmarket) ni la del propio ganador del Arco. Como ocurrió, por otra parte, en la monumental exhibición de una excelente clásica sobre la milla, Six Perfections, nacida en la púrpura de la casa Niarchos (Celtic Swing y Yogya por Riverman con la línea femenina de Miesque), batiendo a machos y castrados con autoridad, algunos de calidad, como el segundo, Touch of the Blues y, sobre todo, Oasis Dream, el mejor sprinter sin duda que, como antes pontificábamos, pagó la estupidez de corrérsele fuera de sus aptitudes a la distancia, cosa que digo con dolor pues se trata de un elemento de “mi” querida cuadra, la de K. Abdullah, que no suele cometer insensateces de este pelo.

  • Aún habría que mencionar la victoria de Islington (Sadler’s Wells otra vez) que, confirmando nuestra opinión sobre la distorsión del programa clásico que significa la reunión americana, disputó el Arco 2002. Bien es cierto que la prueba de hembras estaba más a su alcance que la magna de Longchamp.

  • Terminó, que no quiero cansar a nadie y en especial a novicios de esta pasión que crece con los años. Me limito a hacer una recomendación de valor general. No hay descanso. Ya es pasado lo que hemos descrito somera y parcialmente con intención didáctica y “la siguiente” es lo que nos embarga en cada momento. Sin borrar la memoria porque en materia de turf solo se aprende a fuerza de ver, sopesar, criticar las propias verdades y conclusiones sin aceptar a ojos ciegas lo que supuestos gurús opinen, incluido este su escriba. Como en la Universidad debería ser. Sí señor: haría falta una cátedra de estudios en cada país. Por descontado en Gran Bretaña, situada en Newmarket. Por ejemplo.

  • Con mis votos para que no decaiga en ti esta afición tan apasionante, se despide de ti tu compañero del alma. Y que ganes, si eso es posible. Y si apuestas, claro.

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