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Gran Bretaña - 21/10/03
BATACAZO en el DEWHURST
MILK IT MICK bate por escasa diferencia a un THREE VALLEYS infrautilizado
Más noticias relacionadas con esta carrera Por CFGD El primer Grupo 1 que cronológicamente tenía lugar el pasado sábado en Newmarket era el más importante premio de la temporada para la generación precoz. Si había un potro en el que se pudiera confiar y que reuniera todos los requisitos exigibles en un compromiso de este nivel, ese era el de Abdullah, THREE VALLEYS, flamante laureado del G1 Middle Park Stakes, otra prueba emblemática en el calendario de los dos años ingleses. Pero ¡Verdes las habían segado! -que dicen en el Norte, emulando el castizo “nanay” o al “que si quieres arroz, Catalina”- porque el favorito volvía a incumplir con su papel y era batido por algo más que un outsider, un petardo, para no andarnos con eufemismos: MILK IT MICK. Era la primera victoria en un Grupo 1 como entrenador del antiguo jockey de vallas, Jaime Osborne que, con tan sólo cuatro años de trabajo, ya ha logrado lo que para otros cuesta toda una vida, caso de su compatriota, el veterano M. Jarvis, sin ir más lejos. De ahí las lágrimas que rodaban por sus mejillas al concluir la prueba y el “no puedo creerlo” que declaraba a las cámaras de TV.  Nada más darse la salida, figuran en los puestos de cabeza, marcando un tren menos selectivo del que puede ser deseable en una carrera de Grupo 1, TROUBADOUR, con DUKE OF VENICE, HAAFHD y SNOW RIDGE –en táctica contraria a la de su salida anterior- casi a su vera y THREE VALLEYS justo detrás lo mismo que CAPE FEAR, figurando en posiciones más atrasadas, MILK IT MICK e IMPERIAL STRIDE. Hughes comienza a pedir a su montura a falta de 400 metros para meta y THREE VALLEYS responde de inmediato, colocándose en cabeza con 200 metros aún por recorrer, momento en el que se hunde estrepitosamente DUKE OF VENICE e igualmente SNOW RIDGE, que quedan sin opción. Desde atrás, varios han ido calentando motores, el más amenazante de ellos, MILK IT MICK, que transita por todo el exterior, se equipara al de Abdulla, que no logra oponerle resistencia más que durante escasos metros, marchando hacia la victoria el de Osborne, enérgicamente solicitado por Holland. THREE VALLEYS vuelve a sprintar cuando le rebasa MILK IT MICK, pero la meta está encima y sucumbe por una cabeza. Tercero, a cuerpo y tres cuartos, HAAFHD y cuarto, en un final aceptable, BACHELOR DUKE. Se arruinaba así lo que es el arquetipo del Dewhurst, cuyo ganador suele reunir, entre otros, requisitos tales como haber corrido poco y en carreras buenas y ser previamente ganador de Grupo, unidos ambos a que el recorrido sea selectivo. La edición 2003 careció del paso necesario para cumplir esos baremos, circunstancia que perjudicó claramente la probabilidad de THREE VALLEYS y que favoreció la del ganador que, en una táctica que le ha dado excelentes resultados, plantaba su sprint en los metros finales y se aprovechaba de la falta de concentración del de Abdulla. No es un resultado que pueda servir de base para futuras performances y, si exceptuamos al que estuvo segundo, se podría hablar de un Dewhurst por debajo de la media. Porque observen las escasas diferencias existentes entre el tercero y el décimo, con la presencia de caballos que no son ganadores o que lo han sido de pruebas de bajo nivel, casos de BACHELOR DUKE o IMPERIAL STRIDE. Abona el anterior razonamiento un hecho incuestionable: terminada la prueba, los bookies ofrecen, de cara a las 2000 Guineas, 14 a uno por el ganador y 6 a uno por el segundo, síntoma evidente de que no se han dejado engañar en absoluto por el resultado y de que no confían en que el ganador – que remata muy fuerte en los últimos metros de una carrera con un paso impropio, indicio de que quizá la milla le sea larga- reúna todos los necesarios elementos para resultar victorioso en la Clásica inglesa del próximo mayo.  Todo ello no obsta para que MILK IT MICK pueda considerarse un potro interesante, que aquí realizaba su duodécima salida -demasiadas para un ganador del Dewhurst-, que competía al principio de la temporada en carreritas de bajo nivel y que venía de ganar un Grupo 3 en este mismo escenario y metraje, tras haber escoltado en cinco ocasiones consecutivas, a prudencial distancia, a los laureados de black-type. Es indudable que la clave de sus dos últimas victorias reside en el cambio de táctica, como expresaba Osborne tras la prueba, ya que en las anteriores le sacaban delante -confiando en la velocidad que provendría de su madre- y no lograba llegar vivo a la meta en ese tipo de compañías.  Capítulo aparte merecen THREE VALLEYS y SNOW RIDGE con los que, a nuestro juicio, sus responsables no estuvieron acertados. Hughes se confió en exceso al verse en cabeza, permitiendo que su montura galopara de modo mecánico, sin la garra que es capaz de producir. Creía quizá que todo el pescado estaba vendido porque, al sentirse superado, algo sorprendido, volvía a exigir al hijo de Diesis que respondió de inmediato, tarde ya para cualquier rectificación. En mi opinión se comió la carrera, fruto de un exceso de confianza o de prepotencia. Mal en todo caso. Y ni modo que no vaya a hacer la milla. La probabilidad de SNOW RIDGE se arruinaba prácticamente desde que empezó la carrera, al descubrir –estupefactos- que era conducido en lugares de vanguardia, una táctica que contradecía absolutamente la que le había proporcionado la victoria en el G2 Royal Lodge St., en su última salida y que se reveló contraria al sentido común. Habrá que esperar lo que resulte de tanto disparate. Y un apunte final: IMPERIAL STRIDE corrió muy bien, superando todo lo que hasta la fecha realizara. Por su origen y preparación es un potro a tener en cuenta para la próxima temporada. Para acceder a todas las direcciones relacionadas con las carreras más importantes de la semana, pulsar aquí
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