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Francia - 04/05/02
MUGUET para disfrutar
Carrera para KELTOS, favorito y pupilo de Carlos Laffon-Parias
Previa Prix du Muguet Por César Guedeja-Marrón de Onís Todas las primaveras, como en “La Saeta” de Serrat, se han de subir escaleras para situarse en disposición de optar a las grandes carreras de milers, cada vez más apreciadas por los criadores que en el mundo son. Porque los milleros resumen el cuasi ideal conjunto de cualidades para el tipo de turf que los tiempos actuales exigen, con dosis de precocidad en algún caso, velocidad y “medio aliento” siempre, que posibilitan, a la larga, adecuadas mezclas para obtener, incluso, caballos clásicos. Piénsese en un Nureyev (2000 Guineas, por mucho que le distanciasen) o en un Kris, productores de elementos con capacidad para hacer ventajosamente los 2.400 metros en la más difícil compañía. Reservado a los viejos, el Prix du Muguet es peldaño previo de mayores empresas para algunos y objetivo prioritario, cueste lo que cueste, para otros. Era un grupo tres hasta este año, mereciendo la promoción porque, de hecho, siempre se tomó como una posibilidad adecuada para tomar contacto con la pista o para perfilar forma cara a los inmediatos hitos en Inglaterra o Francia. La siguiente prueba de gran fuste en el calendario francés queda abierta a la candidatura de ganadores o desafortunados corredores del grupo 2 del día 1. Es el Prix d’Ispahan, grupo 1 del mayor prestigio, al que van los más conspicuos especialistas o quizá sería mejor decir cuasi especialistas porque la distancia es divisoria para algunos milers que a duras penas alcanzan los 1.600, vetándoles toda oportunidad los 250 metros de añadidura de la excelente competición de Longchamp, a dirimir el 19 de mayo. La carrera inglesa de grupo 1 que se ofrece sobre la milla para los viejos es el Lockinge St en Newbury, con cuerda a la izquierda como St. Cloud, el próximo día 18, lo que me trae un recuerdo no muy grato sobre la mala prestación que cumplió ahí mi admiradísimo Spinning World (Nureyev), que, por cierto, venía de pasearse en el Muguet, dato que abunda en lo que venimos diciendo. Tal como apuntamos en el análisis ante carrera, el favorito para adjudicarse los 57.000 euros del primer puesto, cargando los mismos 56 kilos que los adversarios (ninguno de los participantes entraba en los supuestos de recargo estipulados en las condiciones de la prueba), era Keltos (Kendor y Loxandra por Last Tycoon), pupilo de Carlos Laffon-Parias, y cuyas actuaciones (y valor oficial) le avalaban de sobra. Ofrecía al apostante un aceptable 3 a 1 largo... hasta el cierre del mercado, que lo dejó en un moderado 2,3. A poco más de 5, Cornelius (Barathea) era su rival más serio en la estima de los paganos y, el menos temido, adjudicándosele un apetitoso 29 a 1 era Double Heart. Otras cotizaciones de interés mostraban un 6 a 1 largo para Binary File ( Nureyev), exponente del miedo a los viajeros de las Islas, y Bedawin (Double Bed), a casi 7. Esta vez se cumplieron los vaticinios de apostantes y analistas casi plenamente pues, al menos, los que formaron gemela en la meta fueron los preferidos en taquillas. Pero lo que interesa más es la forma en que se planteó la carrera y el modo en que Keltos, un tordo que emblanquece con el tiempo (a ver si llega a la blancura que se dijo pura de Mont Blanc II) y al que, he de decirlo rápidamente, he visto perfectamente apto para grandes empresas, aplicando la ley del turf. Que no es simplemente ganar o galopar más sino que reside en la punta de velocidad, en la aceleración. Que entraña no solo belleza, el summum de la estética y la emoción sino, aún más, futuro para la cría. No se olvide jamás: esa es la cualidad a buscar, a mimar, a fomentar. Y, con paciencia y asperón, que diría Jardiel, se pueden conseguir algunos – pocos - éxitos. Fue un recorrido modélico para el hijo de Kendor, dadas sus características. Perfectamente montado por Peslier, galopó relajado en los puestos finales, con tan solo Binary File detrás. Desentendiéndose en la práctica del decente ritmo impuesto por Mahfooth (Diesis) a quien sigue, nada más saltar de cajones, Cornelius, con Bedawin a unos dos cuerpos y Lugny (Ski Chief) pegado y vigilante. Double Heart (Akarad), Dionello (Le Glorieux) y Fabergé (Dashing Blade) componían el séquito restante. Aceleran los conductores nada más verse en la recta de la verdad y todo el mundo se desmelena, ignorando en algún caso que es, como los 90 minutos del Bernabeu en Copa de Europa, muy largo el recorrido hasta la meta en este “track”. No enloquece Peslier, que toma el camino de dentro, con el riesgo que eso entraña, pero como debe ser, pidiendo progresivamente al generoso tordo, hasta que, desperdigando el cansancio a competidores varios, ve luz y engancha una cadencia preciosa de velocidad y ritmo, respondiendo exclusivamente a dos fustazos. Pudo parecer, como sucede frecuentemente en esa cancha, que no llegaría a tiempo. Pues bien, al modo que diría alguna vez nuestro J.A. Borrego, lo probable es que Keltos atacase pronto..... En todo caso, tómese como una broma porque la conducción de Peslier, su cambio de mano del látigo y su sentido del paso fueron irreprochables. Como el comportamiento del caballo, que gana por dos cumplidos cuerpos a Cornelius, con Mahfooth, el de Hamdam Al Maktoum, a medio cuerpo, y Bedawin y Double Heart, que corren bien, a un cuerpo y un cuerpo. El tiempo del vencedor fue de 1’ 38” que pudo ser muy inferior si lo hubiera querido Peslier. Decepciona en verdad solamente Lugny. Preparado (mimado diría yo) por Laffon-Parias, este Keltos es capaz de dar grandes satisfacciones a Gary Tanaka, el japonés que se ha dedicado siempre a adquirir caballos de calidad ya en pista, ya conocidos, sin que sea muy amigo de comprar cajas de Pandora, misterios jóvenes en forma de cuadrúpedo. Creo que se va a divertir como un loco con este ejemplar, al que yo me atrevería a correr en cualquiera de los dos grupos uno que mencionábamos antes en nuestro breve repaso al horizonte para los milers de edad. Y, en este sentido, no me parece razón suficiente para rehuirlas el que el lote del miércoles no pasase de aceptable. Espero de corazón que vayan por ahí los designios de sus conexiones. Porque, egoístamente, una prueba con Keltos y otros como él, jamás puede ser aburrida. ¿Comprenden por qué da uno tanto la tabarra con la velocidad en el pura sangre, las carreras de flyers y milers y otras muletillas? Es que a uno le gusta pasarlo divinamente viendo animales capaces de cambiar de ritmo espectacularmente. Como a ustedes, claro. Que lo veamos muchas veces.. Olvidaba antes de terminar insistir en la importancia de la transmisión de la punta de velocidad. Cada loco con su tema: Last Tycoon, el abuelo materno de Keltos, es culpable. Bendito culpable.
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