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jueves 28 marzo 2024



Inglaterra - 10/04/02
La Reina Madre en las carreras
Breve semblanza de la significación que las carreras tuvieron en su vida

Por RGA

  • Hace unos días, mientras que el turf aguardaba con impaciencia la llegada de fechas tan señaladas en el calendario como el Grand National, el meeting del Craven o la reaparición del campeón Johanesburgh en The Curragh, moría en su residencia la Reina Madre a la longeva edad de ciento un años.

    La Reina Madre

  • De noble cuna, la que fuera futura Reina de los ingleses pertenecía a una de las más acaudaladas y conocidas familias inglesas cuando el que por entonces era Duque de York puso su ojo en aquella joven inglesa, más bien atractiva pero de físico un tanto diferente a lo que se daba en aquellos años.
    Tras un corto noviazgo, pasaba por la vicaria para convertirse en Duquesa de York y esposa del segundo candidato en la línea sucesoria al trono de Inglaterra. Discreta, un tanto distante y enemiga de las muchedumbres, vio como su futuro tomaba rumbo inesperado allá por el año 1935 cuando el Rey Jorge V era sucedido en el trono por su hijo mayor y Príncipe de Gales, quien reinaría por el breve lapso de una año con el nombre de Eduardo VIII.
    El día 10 de diciembre de 1936 el todavía Rey Eduardo firmaba la abdicación al trono a favor del Duque de Windsor a quien había menospreciado durante años y quien en tan solo tres días tuvo que prepararse para su futuro reinado.

  • Ese mismo año, todos los involucrados con la Yeguada Real de Sandringham, adquirida por Eduardo VII, se veían aliviados por la abdicación del Rey a favor del Duque de Windsor, puesto que poco después de acceder al trono una de las primeras decisiones adoptadas por el entonces monarca fue poner a la venta toda la yeguada, habiendo encontrado comprador poco antes de la abdicación y sólo restaba que la propiedad pasará a manos del nuevo propietario.
    Llegado ese momento, el que fuera Rey Eduardo VIII y ahora Duque de Windsor, insistió en mantener Sandringham como su residencia, algo inaceptable en aquellas circunstancias y a lo que tanto Jorge VI como el Gobierno y su Primer Ministro se negaron tajantemente, circunstancia aprovechada por el nuevo Duque para obligar a su hermano a comprarle la yeguada que, por derecho propio, había adquirido como finca al subir al trono y asumir funciones de Rey.
    Los planes de venta de la yeguada habían generado importantes cambios en la misma puesto que las 20 yeguas allí estabuladas fueron enviadas a Hampton Court Stud hasta que la compra por parte de Jorge VI se materializó y las yeguas y todos los efectivos de cría volvieron de nuevo a Sandringham en 1938.

  • Fueron en estos primeros años de reinado de Jorge VI donde el papel de la Reina Madre fue determinante tanto para la monarquía inglesa, como para el nuevo Rey quien, a finales de 1936, admitía que “ A pesar de que soy nuevo en esta tarea, espero que el paso de los años me permita dar solución y arreglar todos los serios problemas causados en estos últimos meses”.
    Y es aquí donde el papel de la Reina Madre fue decisivo gracias a su talante abierto y generoso, al incondicional apoyo mostrado al ya Rey y a toda la fuerza y coraje que demostró a su pueblo durante los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial

  • Pero este es el lugar apropiado para detallar la influencia de la Reina Madre en el turf británico. Amante de los caballos y de las carreras, su interés se centró en las carreras de vallas, el National Hunt y el Steeple Chasing siendo, además de propietaria y criadora, gran aficionada.
    Involucrada activamente en el mundo del turf desde 1949, pocos fueron los éxitos cosechados por los colores de la Reina Madre en la pista, y de todos los que tuvo, en contadas ocasiones fue con ejemplares criados por ella, aunque cada vez que sus colores pasaban en primer lugar por la línea de meta, cualquiera que fuera la carrera, acudía a celebrarlo junto a su jockey y entrenador tomando el famoso combinado al que tan aficionada era.
    Así, a primeros de los años 70 Michael Oswald pasaba a ser el Racing Manager de la Reina Madre, quien siempre mantuvo algunas yeguas de cría, cinco o seis como máximo, y era encargado de estudiar las cubriciones de las mismas, enviado gran parte de ellas a Colonist (por Rienzo) un buen ganador criado por Sir Winston Churchill que más tarde fue estabulado en Sandringham.

  • Durante los años 1950 y 60 los yearlings de su propiedad eran domados por el capitán Charles Radclyffe siendo más tarde enviado a las cuadras del entrenador Peter Cazalet, quien fue sustituido tras su muerte a primeros de los años 70, por Fulke Walwyn.
    Dos de sus mejores ejemplares en la pista fueron los propios hermanos Inch Arran y Colonius, (Colonist y Queen of The Isle), así como otros nombres de cierta relevancia en las carreras de vallas en las Islas, como fueron Game Spirit, un ganador de 20 carreras que estuvo tercero de Captain Chrsity y de The Dikler en la Cheltenham Gold Cup de 1974, y Special Cargo, un ganador de la Grand Military Gold Cup en tres ocasiones a lo largo de su vida de carreras, aunque su mejor victoria fue en la Whitbread Cup del año 1984 cuando en los últimos metros, y tras larga batalla, vino a batir a Lettoch y a Diamond Edge en un final épico que recuerda a la batalla entre Grundy y Bustino.
    También dentro del plantel de ganadores que pertenecieron a la Reina Madre están nombres como los de Double Star, ganador de 21 carreras, Black Magic, The Rip, Tammuz (ganador del Gold Trophy Handicap Hurdle) o Makaldar (ganador del Victor Lodorum Hurdle), sin bien su nombre siempre ira unido al de Devon Loch y al Grand National de 1956.
    Ese año Devon Loch partía con serias opciones para hacerse con la histórica carrera de Aintree, y durante todo el recorrido el caballo fue cabeza con cabeza con EBS, dando la sensación de ir muy fácil y de ser casi imposible de batir. Así, a falta de escasos cien metros Devon Loch aumentó su diferencia respecto a su inmediato seguidor pero, a falta de escasas 55 yardas para la línea de llegada, cuando todo estaba a su favor y sin enemigo alguno que lo pudiera molestar, Devon Loch tropezó, se arrastró e intento mantenerse en pie sin conseguirlo, cayéndose y teniendo que ser parado en uno de los finales más tristes y agónicos que se han visto en la historia del National, siendo rebasado por EBS que ganó por diez cuerpos.
    Para algunos Devon Loch tropezó al pisar en falso en un trozo de pista en mal estado, para otros el caballo no podía dar más de sí debido al tremendo esfuerzo y terribles dolores que le hicieron detenerse en seco y caer.
    Tras la carrera, la Reina Madre sonreía hierática tras la derrota de su caballo y se acercó a felicitar al propietario del ganador, Mr. Leonard Carver, para más tarde dirigirse hacia la cuadra a donde Devon Loch fue trasladado para interesarse por la salud del jockey, el más tarde famoso escritor Dick Francis, y montura del caballo en aquella circunstancia.

  • En lo que respecta a las carreras de liso, siempre se mostró muy entusiasta, aunque no tanto como por las de National Hunt, asistiendo con atención e interés todos los grandes mítines de la temporada para apoyar siempre con su presencia los colores de su hija.
    En esta capitulo fue propietaria de un buen ganador en Bali Ha’i III, un caballo regalo del Gobierno neozelandés que fue entrenado por Cecil Boyd-Rochford para quien ganó tres carreras, incluyendo el Queen Alexandra Stakes en el año 1959, habiendo sido criadora de Joliette, una hembra que corrió con los colores de la Reina con los que llegó a batir a la buena Strigida.

  • Con la muerte de la Reina Madre se ha ido no solo una figura histórica en la vida social y política inglesa; un personaje que podía crear admiración o todo lo contrario, ha desaparecido también una de las mejores aficionadas y más conocidas propietarias de caballos de vallas que a lo largo de su vida brillo con luz propia en el mundo del turf, desde todos los ángulos.











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