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Sevilla - 04/03/02
Resultado de la séptima jornada de carreras en Pineda
Todos al prado
Por King Of Kings Les confieso que me está costando horrores llegar desde mi coche hasta la puerta del hipódromo, pues la lluvia ha dejado la superficie de la zona de aparcamiento como una tarta de chocolate y todo aquel que no posee el equilibrio de Pinito del Oro lo está pasando muy mal. Algún pro...pro...pro…pietario de andares poco garbosos lo va a tener difícil para llegar a tiempo al “prado” de la primera carrera. Sí, he dicho “prado” y no “paddock” porque es lo que anuncia una voz femenina desde la megafonía: “CABALLOS AL PRADO”. ¡¡¡Diga que sí, señora; hasta que los ingleses no acepten la letra eñe y devuelvan Gibraltar, el “paddock” de Pineda seguirá llamándose “prado” !!!. Y ya que los caballos van hacia el prado, los aficionados los seguimos como corderitos. Un prado con caballos y corderitos...¡¡¡solo faltan Heidi y Pedro!!!. Bueno, en realidad solo falta Heidi, porque yo tengo a un Pedro a mi lado: Pedro Píñar, uno de los propietarios de Charnwood Boy. El señor Píñar confía en que su caballo agradezca el recorte de metros, mientras todos los asistentes agradecemos que Bengt Andersson presente en forma a Greenbrook y, sobre todo, a la chica que lo lleva, auténtica revelación de la temporada. Del resto, cabe destacar el buen aspecto de Locharati, aunque en Pineda siempre corre mal, y el de Zalatroun, nuevamente impecable a sus nueve años. 
Ya en la tribuna, veo como Cachets decide dar un paseo sin R. Tovar, que lo espera junto a los cajones tras haber desmontado por la vía de urgencia. Finalmente, el hijo de Egibi acepta reunirse con sus compañeros y los ocho caballos salen como tiros, siendo Charnwood Boy el más rápido de todos, lo que equivale a media victoria en los 1.000 metros de Pineda. La ventaja de dos cuerpos que mantiene el hermano de Aoslos a la entrada de la recta parece decisiva, mientras Greenbrook da muestras de no sentirse a gusto en el barro y Cachets vuelve a abrirse hacia el público. Toda la familia Píñar, es decir, media tribuna, comienza a gritar ¡¡¡VAMOS CHARLY!!! y en ese momento me siento Rambo en Vietnam: rodeado de charlies. Charnwood, con J. L. Martínez, gana bien y Jack remata con fuerza para conseguir la segunda plaza por delante de Zalatroun, mientras Greenbrook ha de conformarse con ser cuarto. Por cierto, el jockey de este último ha sido S. Martín y no J. Fortune, como estaba previsto. Al parecer, una lesión del británico ha motivado el cambio y...¡¡¡CABALLOS AL PRADO!!!. Vaya, nos llama la segunda. 
No me gusta nada como se está poniendo el día. Parece que el sol no es muy aficionado a los anglo-árabes y ha desaparecido por completo. ¡Hombre, Lorenzo, vuelve que no están mal!. Pues no solo no vuelve sino que empieza a granizar. No quiero ni imaginar que pasará cuando en Dos Hermanas haya trote. Aunque en realidad, a mí me da igual pues esta es mi última crónica hípica tras lo del sábado. Me refiero a lo que sucedió en el almuerzo-poule organizado por la Asociación de Carreras de Sevilla y la Peña Hípica El Búcaro, evento en el que cada año se entregan los premio a los mejores profesionales y a los mejores medios de comunicación. Entre estos debo destacar el poco reconocimiento que obtuvo masdehipódromos. com, que recibió tantos galardones como La Farola, es decir, cero. Tras esta catástrofe, Paco Salas ha decidido que esto de los caballos no es lo mío y ha dispuesto mi traslado a masdecanódromos.com, portal de inminente creación, donde supongo que deberé lidiar con los Dubai Perro, Galgo Dancer y demás. “¡¡¡CABALLOS AL PRADO!!!”. Vaya por Dios, se me ha pasado la segunda carrera. Paco Salas tiene razón: esto no es lo mío. ¿Qué ha pasado, Luis?. “Ha pasado que J.L. Martínez ha hecho ganar de punta a punta a Carlo du Paon y que el favorito Hainaban no ha dado nunca sensación de peligro, acabando fuera del trío”. Pasemos pues a la tercera, para la cual reaparece el sol. Tal y como está montando J. L. Martínez, habrá que tener en cuenta a Forest King. Tal y como ganó el pasado domingo, habrá que tener en cuenta a Catapult. Tal y como se mueve TODA la preparación de B. Andersson, habrá que tener en cuenta a Falcon Valley. Y habrá que tener en cuenta también que Tormes pertenece a Álvaro Soto, lo que otorga al hermano de Ciclón la consideración de DESCARTABLE. A las taquillas, que el trío es clarísimo. 
Una salida con cintas en Pineda suele ser un espectáculo, y más si reúne a catorce caballos. Seguro que algo sucede. Los caballos se alinean ante el juez de salida y...Tormes desmonta a Nieves García, quien por arte de magia se levanta del suelo convertida en mujer-croqueta. ¿Qué está diciendo Juan Puerta?. A la segunda se da la salida, y los caballos parten agrupados...salvo uno. Creo que es Tormes, quien marcha a unos treinta cuerpos del penúltimo. ¿Qué dices, Juan, que no me entero?. Winfield ha salido con fuerza e intenta conseguir la tercera victoria de la mañana de punta a punta. Veremos si acusa o no los 1.750 metros, pues nunca ha ganado más allá de la milla. La segunda posición es para Forest King, quién nunca ha ganado en menos de 1.800 metros. Pues uno de los dos va a romper la estadística, porque estamos en la curva final y el resto ya no cuenta. Definitivamente, Winfield, con Paulino García, aguanta su cómoda ventaja, dejando en segunda posición a Forest King, mientras la que más cierra en la recta es Falcon Valley, que supera por poco a Thaman. Defrauda Catapult y Tormes entra fuera de control. ¿Qué decías antes, Juan?. “PERSONAJE NEGATIVO”. Pues sí. -“CABALLOS AL PRADO”-. Camino del prado, observo como un niño de unos siete años intenta convencer al encargado de repartir el fino de que el vasito que solicita no es para él sino para su padre. Si el gobierno no se da prisa...
Observando a Sókrates, no puedo evitar acordarme de la portada que el Racing Post dedicó al Arco de Triunfo 2000. Allí aparecían Sinndar y Montjeu bajo el titular “Clash Of Titans”, que quiere decir algo así como “choque de titanes”. Y usted dirá, ¿qué tiene que ver eso con Sókrates?. Pues muy sencillo. En Sókrates van a chocar los dos titanes de la temporada: en el lado positivo, J. L. Martínez, líder entre los jockeys tras las dos victorias conseguidas en lo que llevamos de mañana; en el lado negativo, vuelve a aparecer Álvaro Soto. Por el jockey, debe ganar. Por el propietario, debe sumar un “no colocado”. ¿Qué sucederá?. Pues sucede que Sókrates marcha entre los primeros desde el inicio de la prueba pero en la recta sucumbe ante Travellers Dream, con D. Sánchez, y Magalena, con J. J. Salguero, ambos preparados por J. Salguero, mientras Sókrates aguanta el tercer puesto delante de Pelotari. “CABALLOS AL PRADO”. 
Y por fin hemos llegado al Gran Premio de Andalucía. La diferencia entre los caballos de la cuarta carrera y los de la quinta es abismal. Uno podría pasarse un día entero mirando a Red Bull o a Cedar Light. Pero no solo los caballos son centro de atención. Ahí tienen a Agustín Aulet, ya saben, el nuevo ¡¡¡presidente, presidente!!!, pasando por mi lado. Y algo más alejado se encuentra Manuel Pereira, antiguo ¡¡¡presidente, presidente!!! y hasta hace poco ¡¡¡fuera, fuera, fuera!!!. Otro “clash of titans”. ¡¡¡Y pensar que mucha gente cree que lo de las carreras de caballos son solo tres jamelgos dando vueltas a un circuito!!!. En fin, atentos al Gran Premio que acaban de abrirse los cajones. Ahí está de nuevo Martínez, con Cedar Light, en cabeza e imponiendo un ritmo suave que agradece el hijo de Dolphin Street. Serpico y Red Bull marchan bien situados, al igual que Luna Ridge, inmerso en mitad del paquete. El favorito, Herculano, ha salido último, e intenta avanzar como puede. El ritmo de carrera continúa invariable al igual que las posiciones, pero todo esto va a cambiar en la curva. Cedar Light pega un tirón al que no pueden responder sus rivales, algunos por falta de fuerzas, como Red Bull, y otros por la lesión de Irish Rough, que tiene que ser parado antes de la recta y corta la acción de varios participantes, entre ellos Herculano, al que Florentino tiene que abrir por todo el exterior. En la recta, la victoria de Cedar Light nunca corre peligro, y el pupilo de Manuel Álvarez se marcha hacia la meta dejando al más próximo de sus enemigos, Shart, el admirable veterano, a unos seis cuerpos, mientras Serpico gana a Tiffany la pelea por la tercera plaza. A continuación, Luna Ridge, Red Bull y Herculano: el del Barcelona no es el único “tridente” que no funciona. M. Álvarez corre a buscar a sus dos campeones: el que más galopa y el que mejor monta. Para todos ellos, es su primer Gran Premio de Andalucía. También para Rafael Martínez, feliz propietario, que adquirió a Cedar Light por mediación del propio Álvarez en 850.000 pesetas hace año y medio. 
¿Habrán podido ver los aficionados madrileños el Gran Premio a través de Canal 47 o habrán topado nuevamente con la bruja Lola, como ya ocurriera la semana pasada?. Si ha sucedido lo segundo, están muy cabreados y tienen tiempo, deben reclamar a Carlos González Valverde, responsable de la broma. Encontrar al señor González Valverde es muy fácil. Deben buscar en el Hipódromo de Dos Hermanas a un señor con una chaqueta sport de pequeños cuadritos marrones y verdes que adquirió cuando Caporal era yearling. “CABALLOS AL PRADO”. Y vamos con la última carrera de la temporada y de mi carrera como cronista hípico. Con las tribunas semi-vacías, Lucifer Chief se hace con el mando de la prueba, mientras Eolo no es de la partida. Detrás de mí, un joven aficionado narra la carrera a su padre vía telefónica. “Marchamos primeros, papá. ¡¡¡Vamos, Martín (por Goicoechea), pega el tirón!!!”. Obviamente es el propietario de Lucifer Chief, y mientras más se acerca la meta, más nervioso se pone. Tras los gritos (“¡¡¡ aguanta Martín !!!”) comienzan los saltos. Yo había escuchado aquello de “la tribuna se venía abajo”, pero me temo que este chaval lo va a convertir en “frase literal”. Una vez más, me equivoco: no es el chaval el que tira la tribuna, sino la tribuna la que tira al chaval, quien cae sobre mi amigo Gerardo justo cuando Lucifer Chief pasa el poste delante de Fast Flower, nuevamente segunda, y de Fuemcarral, que hizo lo que pudo con 69 kilos encima. Y tras la sexta, “AFICIONADOS AL BAR”. 
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