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- 03/12/01
INGLATERRA
GALILEO SERÁ CASTRADO
Por Coral Fernández y García-Diego
GALILEO va a ser castrado a efectos de poder competir en la temporada de primavera de vallas en Inglaterra. Desde el punto de vista periodístico y teniendo en cuenta la época, huérfana de noticias de relieve, el titular no puede ser más impactante. Pero en esto –más que en todo- no es oro todo lo que reluce.
Cuando –el siglo pasado- había carreras de cierto interés en España o, para hablar con propiedad, en Madrid, y proliferaban los nacimientos de potrillos, recuerdo que para poner nombre a los foals de origen británico, había que enviar a Weatherbys una lista de cinco, por orden de preferencia. No sé ya con exactitud la norma pero el principio era la no repetición de nombres idénticos en determinado lapso de tiempo. Vamos, que no podían ser coetáneos dos GALILEOS, pongamos por caso.
Pues, como inteligentemente habrán deducido, ahora parece que puede haber –tan sólo en Europa- no ya dos GALILEOS, sino hasta tres, debiendo acudir –para distinguirlos- a las siglas que determinan su nacionalidad. Hay un GALILEO (FR), que es un no castrado de ocho años, por Galetto y Linmane, por Bellman; Otro (IRE) de 3 años, por Sadler´s Wells y Urban Sea, por Miswaki; y otro (POL), macho entero de cinco años, por Jape y Goldika, por Dakota. Pues bien, el anuncio de la inminente castración de GALILEO hace referencia a éste último. Calculen el impacto que el titular podría haber causado en Magnier o en cualquier otro de los implicados en Coolmore.
Este GALILEO de pega, un ganador del Leger polaco (Listed) y segundo del Derby de aquel país, acaba de llegar a Inglaterra –concretamente a las cuadras de Tom George, en Gloucestershire- para proseguir su carrera en ese país, teniendo como objetivo el amplísimo e importante programa de obstáculos con que cuentan en la “pérfida”, para lo cual se requiere su castración.
Se que muchos podrán levantar desdeñosamente el labio superior considerando que los caballos polacos son de quinta. Y si los que así creen son oriundos de Francia, Italia, Alemania o Irlanda, quizá no les falte razón. Pero en lo que a los españoles respecta, lo que más nos conviene es guardar silencio, sobre todo quienes recordamos con meridiana claridad cierta Copa de Oro en la que uno de esa nacionalidad barría a la crema y nata de nuestra cabaña. Y eso fue hace mil años, cuando en España había caballos como EL PAÍS. No quiero ni pensar qué pasaría ahora...
Lo cierto es que Tom George se ha ido a comprar caballos a Polonia y ha adquirido cinco, incluidos dos handicapers decentes –uno de ellos, COBBET, ya ha ganado tres carreras y terminado segundo en Cheltenham- y el GALILEO de marras con el que George piensa impactar, ya que su valor en Polonia es muy superior al de COBBET. En vista de que sus adquisiciones son fuertes, sanas y no tan malas como los prejuicios pudieran hacer creer, George ha decidido volver al gélido país centroeuropeo para comprar más equinos, subiendo el listón de calidad. Ya tiene apalabrados los ganadores del Leger y de las Guineas polacas de este año. De lo que no se habla es de precio pero pueden apostar a que será absolutamente ridículo.
Confieso que cada día me vuelvo más envidiosa. Hasta en Polonia se exportan caballos de pura sangre inglesa, capaces de ganar –aunque sea en vallas- en Inglaterra. Estoy segura de no poder contarles jamás que ha ocurrido algo parecido con pura sangres procedentes de Soria, por elegir un lugar de clima parecido al polaco.
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