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jueves 28 marzo 2024



- 10/07/10
DERBY Y OAKS PARA GLORIA DE RYAN MOORE


por César Guedeja-Marrón de Onis

Los clásicos más clásicos de la primavera han arrojado este año resultados menos esperanzadores y gozosos que otras muchas ediciones. Entiéndaseme bien. No quiero decir que hayan sido despreciables ni que, especialmente, sus respectivos ganadores sean del montón. Pero sí que los campos y el desarrollo de las dos pruebas no han sido arrebatadores.

SNOW FAIRY. Foto: Sporting Life

  • The Oaks presenta un palmarés cuyo juicio definitivo requiere la espera de muchos años, tal es lo que la naturaleza impone ya que la producción de las yeguas exige varias cosechas antes de poder dar un pronunciamiento en cuanto a la impronta que sus ganadoras dejan en la Historia del turf. Otra cosa es la calidad intrínseca en carrera. Y ahí podemos aquilatar más. No era la misma calidad de Salsabil, User Friendly, Reams of Verse, Ouija Board, Alexandrova o Sariska que la de Lady Carla, Imagine, Eswarah, Light Shift o Look Here (esta merecería, tal vez, más generosidad por mi parte porque no ha tenido nunca suerte).

  • Esa es la duda que siembra el elenco de 2010, más que la clase de la ganadora, Snow Fairy, una hija de Intikhab y Woodland Dream por Charwood Forest, cuyo final permitió ver, me atrevo a suponerlo, a un Moore feliz, a bordo de un bólido frente a postes que, en slalom especial, percutiendo el muro de competidoras que se encontraba delante a unos cuatrocientos metros del poste, fue pasando a lo largo de casi toda la recta de la verdad, encontrando sitio siempre y marchando a toda vela con viento de popa. Un paseo en carrera de espera porque, situada lejos de la conductora, Akdarena (Hernando), en penúltimo lugar en la recta de enfrente (15 participantes) pero ya aproximada a los punteros en Tattenham Corner, pudo realizar ese zigzag que le condujo a la victoria por un cuello, acabando por dentro, delante de Meeznah (Dynaformer) con Remember When (Danehill Dancer) a dos cuerpos, Rumoush (Rahy) a cuatro, y Gertrude Bell a ¾ de cuerpo. Digamos bien alto que la curiosidad por volver a verla es grande, a la espera de la aplicación de esa bonita aceleración continuada, larga, que exhibió en Epsom. Lo que no está al alcance más que de los elegidos. Sorprende un poco el pedigree porque los sementales ancestros de la madre más próximos son milers: Charnwood Forest, Marju y Persian Bold. La línea femenina es más fondista.

  • La laureada venía de ganar una listed, el Height of Fashion St en Goodwood rehuyendo las preparatorias de siempre que, año a año, van siendo olvidadas por los preparadores pues o van directamente a los 2.400 metros de Epsom o vienen de las Mil Guineas o de otras pruebas, sumándose, claro, a las ganadoras de los Oaks Trials, pues algunas tienen que ganarlos y justificar así su presencia en la clásica. No silenciaremos que su preparador es E. Dunlop, cuya competencia está más que certificada.

  • Dijimos que el campo era flojo. Muy flojo diría si no quedase aún tela que cortar en la temporada. Pero la impresión inicial es que la primacía de las yeguas entrenadas en Francia es absoluta, con la salvedad obligada de que el Prix de Diane de Chantilly se corre sobre 2.100 metros. Sin embargo, la calidad de su estricta gobernanta, fácil dominadora, Sarafina (Refuse to Bend y Sanariya por Darshaan), en la tercera carrera y victoria de su vida, y de sus escoltas, Rosanara (Sinndar), otra Aga Khan continuadora de la admirable saga de la casa, Sandbar (Oasis Dream) o Deluxe (Storm Cat) parece netamente superior. El tiempo dirá.

  • Las cosas del turf, las paradojas frecuentes con las que nos topamos los amantes de las carreras resultan siempre sorprendentes y aleccionadoras. La última clasificada de The Oaks, Sajjhaa, es hija de King’s Best… el padre del ganador del Derby 2010, justo al dia siguiente de la pobre prestación de la hembra.

    WORKFORCE. Foto: Sporting Life

  • Del mismo modo que hemos arriesgado opinión diciendo que no nos place la añada de hembras hemos de repetir casi lo mismo sobre el Derby. Es cierto que sobre el papel había más pergaminos previos que luego quedaron en azucarillo desleído. Así, el muy guapo favorito del “equipo O’Brien”, Jan Vermeer (Montjeu) junto a sus compañeros de entrenamiento At First Sight (Galileo) y Midas Touch(Galileo) mostraba poderío tanto en antecedentes cuanto en buena preparación. Los ensilló el propio entrenador en el centro del paddock, a la vista, claro, de todo el mundo, mezclando, eso creí apreciar, la competencia profesional con una cierta (y legítima) vanidad algo proclive al exhibicionismo. Pero es innegable lo bien adiestrados y tranquilos que estaban los potros.

  • Godolphin, a quien se tiene por rival de lo que se puede denominar el “grupo Tabor. Magnier-Smith”, presentaba a Rewilding (Tiger Hill), Al Zir (Medaglia d’Oro) y a Buzzword (Pivotal). Otros participantes eran los dos Abdullah, mi querida cuadra-elegancia, Bullet Train (Sadler’s Wells) y Workforce (King’s Best), quien resultó brillante y fácil ganador. Además, se hablaba de un Azamour, Azmeel, y de Coordinated Cut (Montjeu). Nos falta mencionar a Hot Prospect (Motivator) y a Ted Spread (Beat Hollow). Doce en total, un número razonable. Favorito principales, Jan Vermeer, Rewilding, Bullet Train, Midas Touch y Workforce en este orden.

  • No hubo grandes alternativas de recorrido. At First Sight y Bullet Train se hacen con la cabeza, seguidos de Ted Spread, Midas Touch, con Al Zir, Ian Vermeer, cerca y, algo más atrás, Workforce y Coordinated Cut.
    En Tattenham, el conductor pega un tirón que parecía el de la salida de la liebre mecánica de los canódromos aumentando la ventaja progresiva que había ido adquiriendo poco a poco. Bullet Train se va tras él y no consigue enjugar nada de los seis o siete cuerpos que le lleva el “leader” a pesar de capitanear el zafarrancho de combate que la recta final (la incontinencia y los nervios de los jockeys juegan ahí un papel nada desdeñable) seguido de Midas Touch, con Ian Vermeer y Workforce emparejados. En un verbo, como una centella, acelera el de Abdullah, paralizando a Ian Vermeer y a todos, para irse tras el puntero. Que, como diría Jardiel Poncela, parecía un campesino búlgaro huyendo de la vacuna, mientras se asistía al hundimiento aparente de Midas Touch, del otro Abdullah, Bullet Train, y al aguante al límite, fuera de distancia, de Ian Vermeer, y al guapo final de Rewilding, llevado al interior de la pista por Dettori.

  • Poco después del poste que anuncia que la meta está a cuatrocientos metros, el hijo de King’s Best siembra a At First Sight, el “campesino” que citábamos, y vuela hacia el objetivo, alcanzándolo con 7 cuerpos de ventaja sobre el animador de la carrera. A medio cuerpo llega Rewilding, dejando a unos cuatro cuerpos más una lucha bien bonita de batidos que peleaban por el cuarto puesto, obtenido por un supremo esfuerzo (puritita clase, que no distancia) de Ian Vermeer con Midas Touch a cuello, también muy esforzado, por muy poquito delante de Al Zir y Coordinated Cut , quien procedía de Cádiz, más o menos.

  • Es difícil evaluar a estas alturas al ganador. Pero tendremos ocasión de calibrarle bien pronto. He leido que “mi” cuadra piensa correrle en el King George VIi & Queen Elizabeth St, evitando el experimento de moda en las temporadas recientes, pelear el Eclipse St de Sandown, sobre 2.000 metros, 28 días después. Eso está bien, muy bien. Saber si es un ejemplar superior a los viejos es prematuro pero no me extrañaría porque su seriedad, su “virginidad”, si se me permite, al haber disputado solo dos carreras previas, y su galope firme surgido de una aceleración excelente autorizan a darle crédito, a más de un aliento para los metrajes clásicos innegable. Cierto es que el conjunto de los rivales no era divino pero también debemos esperar algo antes de condenarles del todo. Como curiosidad para aficionados a estadísticas y similares diremos que es el primer Derby-winner de la Historia que venía de colocarse en el Dante St, la preparatoria de York.

  • Me alegra el éxito de King’s Best más que nada por la admiración que un amigo tiene por ese caballo, nada espectacular en sus resultados como reproductor a la vista de las oportunidades disfrutadas en virtud de su majestuosa calidad como ejemplar ganador de unas guineas que quedan en el recuerdo. Ha dado algún elemento de respeto (Proclamation, Dubai Surprise, Oiseau Rare, Runaway) pero era de esperar algo más. A muchos años vista me atrevo a pronosticar que, si futuras actuaciones confirman su clase de élite, Workforce puede ser un buen continuador de la sublínea de Raise a Native a través de Kingmambo. De la línea femenina le viene gran clase y velocidad, apoyada en el aliento del abuelo materno, Sadler’s Wells.

  • Moore montó bien. No es un jockey que me vuelva loco pero, aparte de tener muchos años por delante, es seguro e inteligente en general. Por algo el mejor preparador le confía las montas. Tenía una tarea fácil el 5 de junio…..pero eso solo se sabe después de la carrera. Sobre Sir Michael Stoute, el preparador-mago, me abstendré de reiterar mis ditirambos habituales. Pocos hay tan calmos y sensibles como él. Eso sí, tiene la ventaja, ganada a pulso, de que las cuadras que confian en él son de las pacientes y fieles (la “mía”, los herederos de Sir Michael Sobell, Cheveley Park Stud….).

  • En suma, dos clásicas no definitivas, cada una por sus motivos peculiares, nos dejan muy abierto el interés del resto de la temporada. Habrá que revisar algunas conclusiones precipitadas tras el meeting del Arco. Pero eso es en octubre. Hablaremos entonces y, entretanto, espero que disfrutemos sin freno.










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