Por CFGD
No somos de los que –por sistema- abominan de las carreras de gran fondo. Por el contrario, somos capaces de apreciar la clase, el corazón y –creanlo o no- la velocidad que anidan en los más selectos de la especialidad. Pero en las carreras de distancia, como en cualquier carrera, se precisa la seriedad para poder establecer las virtudes y defectos de los que la disputan. El Cadran 2005 estaba huérfano de Westerner y, por desgracia, tan sólo contaba con un inglés que, para mas INRI, sabido es que no hacía la distancia. Sobre el papel, era REEFSCAPE el que tenía el G1 a su merced, pese a que la incógnita sobre si tendría suficiente stamina persistía.
Así las cosas, era el ínclito Soumillon el que se apoderaba de la punta con el de Fabre y, durante tres kilómetros, daba un recital de “cómo provocar la naúsea sin esfuerzo”, llevando al pelotón al trote, hasta que, a falta de mil metros, TERRAZZO avivó algo más el ritmo, tomando la cabeza. No hay que ser un mago para adivinar en que concluía el engendro de carrera: ya en la recta final, REEFSCAPE planta su sprint y se va cómodamente a ganar sin que los finales de OSTANKINO y ALCÁZAR –que empatan para el segundo- le puedan inquietar en lo más mínimo.
Pero la cosa no acabaría ahí. Si al espectador del anti-turf se le había quedado el estómago ligeramente revuelto, el comportamiento tras la carrera –no por habitual menos impresentable- de Soumillon, le iba a dar la puntilla. No hay nada que discutir sobre las bondades a caballo de este jockey belga pero su eficiencia y genialidad no le han quitado aún un pelo de la dehesa que se caracteriza por su chulería y prepotencia. El tipo es un hortera de bolera de primer orden y choca profundamente su manera de expresarse en una actividad que debe ser todo clase, señorío, elegancia. Da coleriza, tanto más si pensamos que es un jockey excepcional, que actúe siempre de forma tan escasamente correcta.
De los demás, OSTANKINO vuelve a correr bien y no lo hace mal ALCÁZAR, dadas las circunstancias, aunque –a nuestro juicio- a su jockey se le puede criticar que le llevara tan lejos de la cabeza, probablemente por miedo a su falta de stamina. Pero en una carrera de trotones, el que galopa siempre tiene ventaja. Crónica PREVIA de esta carrera
