El G3 P. La Force era el que abría el programa del pasado domingo en Longchamp y lo hacía con un resultado poco esperado, al lograr la victoria KENDOR DINE por una cabeza sobre HELIOS QUERCUS, con BIENS NANTI tercero, a dos cuerpos y HOME CALL cuarto, un cuerpo detrás.

Es KENDOR DINE el que toma el mando del reducido paquete, seguido de HOME CALL y HELIOS QUERCUS, mientras que BIENS NANTI galopa en la cola, a la espera. El puntero marca el ritmo que le conviene que, por tratarse de Francia, no hace falta decir que está muy lejos del paso selectivo que cabe exigir en lo que se supone una preparatoria seria de un Derby, eso siempre y cuando se tome por serio y por Derby el Jockey Club que se avecina. Así va desplegando su trampa S. Pasquier que continúa en cabeza en la recta, deja respirar a su montura y vuelve a la carga cuando HELIOS QUERCUS –que venía por fuera a ganar- se le acerca, mostrándose entonces el modesto jockey Roussel sin recursos para enjugar la escasa diferencia que le separaba de la victoria.

Esta no era una preparatoria para el laureado, sino un objetivo en sí mismo, ya que su condición de castrado le impedirá competir en los Grupos 1, objetivo que cumplieron a la perfección caballo y caballero pero que, en términos de valor de unos y otros, no obedece a la realidad ni hace justicia. El lote era, a nuestro juicio, de una calidad dudosa, excepción hecha de HELIOS QUERCUS, contrastado elemento de Grupo 1 el pasado año.

Hay quién pone en duda la aptitud de HELIOS QUERCUS para hacer los 2100 de que va a constar el Jockey Club –sus responsables ya han confirmado que será su objetivo, pese a esta derrota-, algo que no estamos tan seguros de que sea la causa del presente resultado, sobre todo teniendo en cuenta lo falso del ritmo en que se desarrolló la carrera.

Debutaba en Longchamp el tandem O´Brien-Fallon, alcanzando un pobre resultado con FALSTAFF que terminaba cuarto sin destello alguno, siendo distanciado posteriormente al último lugar al portar Fallon medio kilo menos de lo debido, circunstancia atribuible a la pérdida de algo de relleno de la silla pero que le costaría además una multa de €1500. No era sino el preludio de una tarde negra.